RSVP, Répondez s'il vous plaît. Responda, por favor. Las invitaciones de índole oficial disponen su propio lenguaje estándar para responder al ofrecimiento. En los tiempos de WhatsApp probablemente sirva con un emoticono del catálogo. En el ciclismo, donde el francés prevalece como idioma para las comunicaciones oficiales, el anfitrión decide y el convidado cruza los dedos para ser elegido para disputar las carreras.

Son los organizadores quienes hacen la selección. La Vuelta debe resolver las wildcard para la próxima edición de la carrera, un asunto delicado donde intervienen varios intangibles que no solo responden al rendimiento deportivo de los equipos que pujan por hacerse con una plaza. Euskaltel-Euskadi, Caja Rural, Burgos BH y Kern Pharma compiten entre sí para hacerse con alguna de las invitaciones que dispondrá la carrera española.

Si no media una medida de gracia como la que activó la UCI la pasada campaña, que elevó el número de invitaciones a tres para mitigar el impacto de la pandemia en los equipos más modestos, serán dos las vacantes que tendrá la Vuelta. Los equipos del WorldTour tienen plaza fija. En 2021 eran 19. Con la caída del Qhubeka -al no encontrar un patrocinador capaz de mantener la estructura- de la azotea del ciclismo, la máxima categoría suma 18 equipos. A partir de ahí, las mejores formaciones del ProTeam se abren paso.

El Alpecin, la escuadra más destacada por los resultados obtenidos durante el curso 2021, se ha ganado el derecho a correr la Vuelta. El Arkéa es el segundo más brillante de esa categoría y también obtendrá un asiento en la Vuelta. Si ambas formaciones estiman que la ronda española es un objetivo prioritario para ellos, el margen para el Euskaltel-Euskadi, Caja Rural, Burgos-BH y Kern Pharma, todos ellos aspirantes a disputar la competición, se reduce sensiblemente.

Dos equipos se quedarían fuera de una carrera que funciona como un escaparate formidable para sus patrocinadores y que, sobre todo, consideran prioritaria para el futuro de sus respectivos proyectos. A pesar de la importancia de la decisión, no existe un criterio objetivo que valide una u otra elección.

Javier Guillén, director de la Vuelta, que apela a la "lógica", determinará qué equipos estarán en la carrera. "No se puede hablar aún de qué criterio seguiremos, sólo que será lógico. De momento, sólo tenemos dos invitaciones. Es verdad que en un futuro nos gustaría aplicar un criterio de alternancia", comentó el director de la carrera tras dar a conocer el recorrido de la Vuelta la pasada semana. Las invitaciones son material tan sensible como voluble. No responden a unos parámetros concretos, de ahí que los equipos lancen sus deseos de estar en la Vuelta.

"Este equipo siempre ha soñado con disputar las mejores carreras. Nosotros siempre tratamos de ofrecer méritos para que las grandes carreras nos inviten. En el caso concreto de la Vuelta a España, para nosotros, sería un sueño cumplido estar de nuevo en la salida. De hecho, ya es un orgullo que nuestro equipo tenga la opción de correr la Vuelta y optar a ser merecedores de una de las invitaciones. Si a eso añadimos varias etapas en casa, con nuestra afición, sería un doble sueño devolver a la afición ese cariño que nos dan en la carretera", establece Jesús Ezkurdia, mánager del Euskaltel-Euskadi.

ETAPAS VASCAS

A favor de la presencia del Euskaltel-Euskadi estará, sin duda, que tres etapas de la carrera echarán raíces en tierras vascas. No conviene desestimar ese detalle. No es menor, precisamente. Suele pesar porque las etapas de la Vuelta cuestan dinero y es una de las la vías de financiación de los organizadores. El pasado año, la Vuelta partió desde la Catedral de Burgos. Varias jornadas discurrieron por suelo burgalés. De algún modo, se daba por hecho que el Burgos-BH encontraría acomodo.

Para la próxima edición el reparto se antoja más complejo. "Me encantaría que todos tuviéramos sitio en la Vuelta, pero no es así. Nuestro pensamiento es que queremos y esperamos estar en la Vuelta. Si queremos crecer como el equipo el camino pasa por correr la Vuelta", expuso a este diario Juanjo Oroz, mánager del Kern Pharma, que apuesta por estar en la Vuelta.

La formación con base en Iruñea se ha reforzado con la idea de seguir crecimiento y en su hoja de ruta asoma la Vuelta. El pasado año, en su primer campaña como ProTeam, no sorprendió que se quedara fuera de la terna elegida. Es una ley no escrita. Otro de esos intangibles. En el segundo curso como ProTeam, ese criterio se desvanece.

El Caja Rural, el más veterano y que viene disputando la carrera española desde 2012 de manera consecutiva, es otro de los aspirantes a optar a un sillín en la salida de los Países Bajos. En el seno de la formación, con base en Nafarroa, miran con la vista puesta en el 19 de agosto, día de inicio de la carrera. Sin embargo, las invitaciones se repartirán meses antes, aunque no hay una fecha fijada para darlas a conocer. Lo que parece seguro es que no habrá RSVP, Répondez s'il vous plaît, para oficializar el convite. Será un esprint a cuatro.