- Jon Agirre acreditó una notable progresión en 2019, su último año como sub'23. Primero ganó la prueba de Ereño y en verano se adjudicó la clasificación de la montaña en el Tour del Porvenir, completando un currículum que le valió el salto a profesionales con el recién creado Kern Pharma. La escuadra navarra, dirigida por Juanjo Oroz, protagoniza ahora un paso adicional subiendo a UCI Pro Team, la segunda categoría del ciclismo mundial. Y lo hace con el escalador zumaiarra en sus filas, recién renovado hasta 2022.

Lleva unos cuantos días concentrado con sus compañeros en tierras alicantinas.

-Estamos teniendo un tiempo espectacular, perfecto para completar buenos entrenamientos. Creo que entre el sábado, el domingo y el lunes acumulamos quince horas sobre la bicicleta. Es lo que toca a estas alturas: construir una buena base para afrontar la temporada.

Le espera su segundo año como profesional. ¿Qué balance realiza del primero?

-Digamos que tuvo dos partes bastante distintas. Creo que empecé muy bien, con ritmo y chispa. Pude entrar en algunas fugas y, cuando empezó el confinamiento, estaba muy satisfecho con mis primeros meses en la élite. Después, al reanudarse la temporada, las cosas se me dieron mucho peor. Arranqué en Burgos con problemas de estómago que me condicionaron por completo. Y luego sufrí una caída en el Tour de Limousin que me dejó bastante tocado de la zona de la espalda, sobre todo del cuello. Afortunadamente, cuando terminaron las competiciones pude resetear para empezar la pretemporada desde cero, sin ninguna molestia.

¿Sabe cuál va a ser su calendario en el arranque de la campaña?

-No del todo, porque hemos tenido que cambiar de planes. Iba a correr la Challenge de Mallorca y la Vuelta a Murcia, pero ambas pruebas se han aplazado. Me han comentado que empezaré en febrero. Y luego ya enlazaré con lo que teníamos previsto de antemano. En marzo estaré en Croacia en el Istrian Trophy, una vuelta de cuatro días. De regreso, me concentraré en altura para preparar la Itzulia.

Supongo que la carrera de casa le hará muchísima ilusión.

-Es la que más ilusión me hace de toda la temporada. Más incluso que la Vuelta a España, a cuyas invitaciones optamos.

Lo hacen porque el equipo ha subido a la segunda categoría. ¿Se nota el cambio?

-Sí que se nota, sí. Para empezar, se nota porque el número de ciclistas en la plantilla ha pasado de catorce a 20. Y también se percibe en el funcionamiento del equipo. El salto de categoría es importante y, para encararlo lo mejor posible, técnicos y auxiliares se están volcando a la hora de proporcionarnos todo el apoyo.

El del Kern Pharma es un proyecto joven y que mira al largo plazo. ¿Ponen el foco en esas invitaciones para la Vuelta como sí lo hacen Euskaltel, Caja Rural o Burgos BH?

-Dices bien: tenemos un equipo joven y el proyecto es a largo plazo. Para nosotros, estar en la Vuelta a España no supone ninguna obsesión. Vamos a intentar correrla desde ya, eso por descontado. Pero si no participamos este año, lo haremos el que viene.

Veo que confían mucho en la forma de trabajar de Juanjo Oroz y en ir progresando poco a poco.

-Juanjo nos hacer ver las cosas como son. Nos aporta paciencia y tranquilidad. Repite que, si trabajamos bien, con el tiempo alcanzaremos nuestros objetivos.

¿A usted le aporta calma tener un contrato de dos temporadas?

-Sí, no te lo voy a negar. Pero tampoco puedo relajarme. Toca seguir trabajando como si el contrato se terminara después de cada carrera.

¿Qué se exige a sí mismo en esta nueva temporada? ¿En qué resultados le gustaría plasmar el buscado paso adelante?

-Más que unos resultados concretos, lo que quiero es volver a ser el ciclista que fui antes del confinamiento. Como te decía al principio, acabé contento aquella fase de la temporada pasada. Después, a raíz de todos los problemas que tuve, perdí confianza y mi identidad como ciclista. Así que ahora me centro en recuperar todo ello y en ofrecer mi mejor nivel para que el equipo consiga sus objetivos.

¿Cuáles son esas metas colectivas? El año pasado, la única victoria llegó a cargo de Enrique Sanz, en una etapa en Bosnia.

-Nosotros vamos a todas las carreras a ganar, aunque luego nos echen a patadas. Afrontamos todas las pruebas en las que competimos con ese objetivo. Si llega la victoria, perfecto. Y si no, tratamos de hacerlo lo mejor posible: luego damos la enhorabuena al que ha ganado y nos centramos en volver a intentarlo en la siguiente prueba.

El equipo ha adoptado dos líneas generales a la hora de reforzarse: ciclistas del filial y jóvenes valores europeos, con fichajes de un ruso, un checo y un neerlandés.

-Toda esa labor de paciencia y tranquilidad que hemos comentado antes viene desarrollándose en el Lizarte (el equipo filial) desde hace mucho tiempo. Es lógico que en el Kern Pharma se apueste por dar cabida a sus ciclistas. Y, respecto a los extranjeros, van entrando poco a poco. El ruso todavía no se ha incorporado. Vojtech y Danny, mientras, nos han causado muy buena impresión, tanto en lo deportivo como en lo personal. Son chavales muy majos. A ver si aprenden pronto castellano para que puedan integrarse todavía más en el grupo.