- En una jornada histórica, en la que el atrevimiento de Pogacar destruyó a Roglic, preso de la ansiedad y del miedo, Mikel Landa logró igualar su mejor registro de siempre en el Tour de Francia. “El Tour no lo ha perdido Roglic, lo ha ganado Pogacar, ha sido algo increíble, la verdad es que no lo esperábamos. Pensamos que podría pagar el esfuerzo la última semana, pero hemos visto que ya antes le echó dos pelotas. Hemos disfrutado de él”, analizó el alavés. Al igual que sucediera en 2017, Landa será cuarto en el escalafón de París tras concluir la crono en la 14ª plaza. “Hay que analizar la crono, los últimos kilómetros se me han hecho largos. Ha sido un Tour muy intenso este año”, expuso Landa sobre una cromo en la que Pello Bilbao fue 12º. Landa, penalizado por los abanicos que le sacaron en buena medida de la carrera y le obligaron a la remontada, finaliza el Tour con un buen sabor de boca. Después de la desesperanza que le visitó en la brutal ascensión del Col de la Loze, Landa supo recomponerse aferrado a su manual de estilo y concretó una gran remontada.

El alavés desactivó a Yates y Urán en el cierre del menú alpino y en la contrarreloj a La Planche des Belles Filles supo manejarse con entereza. El de Murgia soportó el empuje de Enric Mas, que no pudo sobrepasarle en la general. Además, Landa se benefició de la paupérrima actuación de Miguel Ángel López, que se dejó el podio tras un crono en la que perdió más de seis minutos.

Eso provocó que Richie Porte, cuarto, le adelantara sin contemplaciones. El australiano será tercero en los Campos Elíseos. Landa, que finalmente acumuló un retraso de 5:58 respecto a Pogacar en la general, enfatiza su Tour con una cuarta plaza que premia su espíritu combativo y su ambición en la última semana de carrera.