bilbao - Para Jorge Azanza (Alsasua, 1982), el reto de 2020 presenta dimensiones similares al que encaran sus ciclistas. Como director deportivo de la Fundación Euskadi, cargo que desempeña desde el reseteo del proyecto en 2015, ha progresado y aprendido dirigiendo a varios corredores que ahora, como él, encaran su estreno en la categoría Continental Profesional, la segunda división del ciclismo. De aquel debut en el Essor Basque, hace casi cinco años, pasará en enero a comandar al equipo en la Vuelta a San Juan de Argentina, donde los maillots naranjas convivirán en el pelotón con Peter Sagan, Julian Alaphilippe, Fernando Gaviria y compañía. Otra dimensión.

Se avecina una nueva temporada y el proyecto de la Fundación Euskadi sube un escalón.

-Sube todo. Sube la categoría de la escuadra, sube el nivel, sube la exigencia? La ilusión y la motivación que tenemos los integrantes del equipo, desde el cuerpo directivo hasta los ciclistas, son totales. Hay muchas ganas de demostrar que contamos con una plantilla bonita y compacta en lo deportivo, capacitada para hacer cosas majas en la carretera.

El equipo tiene asegurada una estabilidad y puede permitirse mirar al largo plazo. ¿Cómo casa eso con la búsqueda de resultados más inmediatos?

-Vamos a ir a por ellos, de eso que no quepa duda. Es importante que corramos desde el primer día como si fuera el último, porque tenemos ciclistas que pueden hacerlo bien ya. Otros, los más jóvenes e inexpertos, necesitan tiempo y van a poder andar más tranquilos. Pero ya te digo que en la plantilla hay corredores veteranos con nivel para estar adelante, y que además van a ayudar a que progresen otros compañeros.

Para equipos como la Fundación, esos resultados de los que hablamos suelen pasar en gran medida por contar con gente rápida. ¿Van en esa línea los fichajes de Lobato y Aristi?

-Van a ser nuestras referencias en los sprints y los corredores destinados a obtener las mejores clasificaciones. Pero pienso igualmente que hemos formado una plantilla completa y equilibrada, con gente que se mueve bien en la montaña: Rubén Fernández, Mikel Bizkarra, Mikel Iturria? Son grandes corredores a los que debemos añadir otros que vienen apuntando como Unai Cuadrado, Go-tzon Martín o Ibai Azurmendi. Confiamos en que todos vayan creciendo y en que el equipo pueda mostrarse competitivo en distintos terrenos, para así hacerse un hueco en las mejores carreras del calendario.

Durante estos dos últimos años, los ciclistas de la Fundación han destacado por su combatividad y por dar siempre presencia al maillot naranja.

-Sí, es cierto, pero a partir de ahora va a hacer falta algo más. Esa esencia nunca hay que perderla. Y, de hecho, vamos a tener ciclistas para trabajar únicamente en la línea de dejarse ver en fugas y dar notoriedad al equipo. Sin embargo, como te decía ahora, otros corredores, los más experimentados, van a tener que asumir una mayor responsabilidad en la búsqueda de resultados.

¿Cómo encaran que el salto a la categoría Continental Profesional coincida con un nuevo funcionamiento en el sistema de invitaciones para las mejores carreras?

-En el World Tour hay ahora 19 equipos, y en la práctica es como si fueran 20. Esto reduce el cupo de invitaciones para equipos de la segunda división, que además es muy potente. Lo que pasa es que, para nosotros, esta temporada va a suponer una especie de inicio. No lo es para la Fundación, que tiene la historia que tiene. Y las circunstancias no van a estar reñidas con la exigencia de hacerlo siempre lo mejor posible. Pero también somos conscientes de que el proyecto acaba de dar un paso adelante y afronta su primer año en la categoría .

Si hablamos de calendario, desdoblar a la plantilla va a resultar una constante.

-Sí, sí. Va a tocar hacerlo durante casi toda la temporada. Arrancaremos en enero en San Juan (Argentina) mientras aquí se dispute la Challenge de Mallorca. Después correremos en Valencia, Murcia y Andalucía, vueltas que compaginaremos con varias pruebas francesas. Y en marzo la Volta a Catalunya coincidirá con Alentejo y Coppi e Bartali.

¿Podemos adelantar entonces que el debut en una prueba del World Tour se producirá en Catalunya?

-No, porque las invitaciones de la organización están sin confirmar aún. Pero tenemos máxima ilusión por estar tanto en la Volta como en la Itzulia. Se trata de dos retos importantísimos para el equipo. Y pienso que tenemos plantilla para rendir en ambas carreras.

¿Cómo ve lo de correr la Vuelta a España?

-Sabemos que está difícil, por todo el asunto de las invitaciones que comentábamos ahora. Lo que nos toca es demostrar en la carretera, desde la primera etapa de la Vuelta a San Juan, que estamos capacitados para disputarla.