BIDASOA IRUN Sierra, Cavero (1), Crowley, Aginagalde (1), Salinas (4), De la Salud (5, 1p.), Azkue (11, 3p); Ledo (2), Racotea, Zabala (3), Tao Gey, Serrano (3), Tesoriere, Da Silva (1), Nieto, Bonanno.

QUABIT GUADALAJARA Hombrados, Savini (3), Pereira (3, 1p), Gallardo (1), Paredes (4), Mouriño (4), García (5); Santamaría, Romanillos, Sanz, Román, Rodríguez, López, Bodí, Díaz (3), Marmesat.

Parciales cada cinco minutos 3-2, 3-5, 6-5, 8-7, 10-10, 13-11 (descanso), 15-15, 18-15, 22-19, 24-20, 27-22, 31-23.

Árbitros Escoda Pérez y Sánchez Bordeta. Excluyeron a Zabala, Racotea y Crowley, por los guipuzcoanos. Mouriño, Paredes y Alberto Díaz, por los visitantes.

Incidencias Partido disputado a puerta cerrada en Artaleku.

- Nueva victoria del Bidasoa que añade dos puntos más a su casillero y que confirma la segunda posición en la tabla de la liga Asobal. No le resultó fácil al cuadro de Cuétara imponer su ley ante el Guadalajara. Los de Mariano Ortega llegaban a Artaleku con una más que interesante hoja de ruta en los últimos encuentros en los que ofrecieron muy buena imagen ante rivales de talla. Sin ir más lejos derrotaron al Bada Huesca, tercero en discordia. Aún deben disputar dos partidos suspendidos en su día y seguro que dan la cara hasta el final. Es marca de la casa. En el primer tiempo, con las fuerzas intactas, no cedieron ni un ápice de terreno y a las acometidas del Bidasoa respondían ellos con las suyas. Equipo joven que corre mucho y que no concede respiro. Si encajan un gol, van en busca del contragol.

Jon Azkue se echó el partido a la espalda. Percutió una y mil veces en el muro morado consiguiendo una catarata de goles (once) que junto a los de Sergio de la Salud suponían más de la mitad del equipo. Hoy por hoy, la conexión entre ambos y el trabajo siempre eficaz de Rodrigo Salinas en el lateral derecho constituyen uno de los argumentos más sólidos del equipo amarillo. Contra eso, el Guadalajara no pudo ofrecer toda la oposición que el partido necesitaba. Los irundarras maduraron el encuentro a base de trabajo, con variantes ofensivas, entre ellas un doble pivote para atacar mejor y abrir la muralla.

El meta Hombrados, bajo palos, mantenía vivo a su equipo con paradas que minaron la moral de los irundarras. Cuando el marcador se puso favorable a sus intereses (3-5), Cuétara pidió un tiempo muerto y los suyos reaccionaron para ponerse por delante (9-7) y no perder más la ventaja en el marcador. El cuadro castellano defendía casi en nueve metros, basculando con precisión. En superioridad y en el tramo final del partido cuando las cosas no pintaban bien para ellos, el extremo Daniel García (otro de los destacados) adelantó su posición, como Mikel Zabala hizo lo propio en el Bidasoa en situaciones en las que su equipo necesitaba cambiar de dinámica.

Los encuentros son previsibles hasta cierto punto. Siempre hay situaciones que cambian la marcha. Por ejemplo, el momento (10-9) con un penalti detenido por Xoan Ledo que se mantuvo en la portería hasta el final del encuentro desde entonces. Volvió a protagonizar una destacable actuación, marcando incluso dos tantos, cuando el rival jugaba en inferioridad con la puerta vacía. La racha positiva del portero gallego, junto a la de José Manuel Sierra debe valorarse como parte sustancial del momento que atraviesa el equipo, al menos a nivel de resultados. Para que Azkue y De la Salud encuentren caminos despejados hacia la meta rival, lo pivotes deben matarse a trabajar. Julen Aginagalde e Iker Serrano se batieron el cobre con la defensa forastera, con Gastón Mouriño y el vizcaino Pablo Paredes como hombres destacados en las dos facetas del juego.

Fue al final del primer periodo cuando el Bidasoa logró una pequeña ventaja. Se hizo mayor al filo del minuto diez de la reanudación, tras dos tantos de Rodrigo Salinas y Aginagalde (20-16). Esa situación le dio al equipo un poso mayor. Los extremos locales consiguieron espacios para rematar en condiciones y los goles ayudaron a que los ataques pudieran concluir en cualquier posición, circunstancia que no se daba en el primer periodo. La clave del partido pudo estar, en parte, mediada la segunda mitad. Un balón al contraataque alcarreño sale a cortarlo el meta Xoan Ledo. Choca con el pivote visitante Gastón Mouriño. Los árbitros no interpretan falta, mientras que el banquillo visitante salta como un resorte pidiendo la tarjeta rota por la acción del meta gallego. Mikel Zabala aprovecha la recuperación del balón y el desconcierto foráneo para marcar un gol que aumentaba la renta local (22-19). Desde ahí hasta el final, el encuentro cambió de fisonomía. El Guadalajara transmitía nerviosismo y falta de concentración sobre el parqué. Le hervía la sangre desde la jugada relatada y la presencia en la cancha de los jugadores con menos minutos aclaró finalmente el panorama para los de Artaleku.

Pese a que el entrenador llamó a los suyos a capítulo durante un minuto, nada fue igual. Las fuerzas no les sobraban. La defensa irundarra bloqueaba los intentos de un equipo que en un cuarto de hora sólo pudo marcar cuatro tantos, menos de la mitad que su oponente. El Bidasoa no desaprovechó la oportunidad de ganar con mucha más holgura de la que se podía esperar, tal y como iba el encuentro. La holgura del marcador permitió minutos para Gorka Nieto y Tao Gey, el extremo derecho que completa la alineación ante la lesión de Kauldi Odriozola que sigue con el proceso de recuperación del tobillo izquierdo. Aporta muchas cosas, entre ellas descanso a Rodrigo Salinas. Tras la Copa en Madrid, el equipo ha disputado tres partidos que suponen sendas victorias. La eficacia ayuda a superar las dificultades.

La acción previa al 22-19, en la que los visitantes pidieron falta, terminó de romper una contienda que transcurría equilibrada