El jugador irundarra del Kielce, Julen Aginagalde, fue despedido este viernes de la ciudad polaca del mismo nombre por varias decenas de aficionados. Suspendida la competición liguera por el coronavirus, en la que el propio Kielce ha sido proclamado campeón, la afición local no ha querido dejar marchar sin una despedida a Aginagalde, que a finales de noviembre anunció para la próxima temporada su regreso a casa, al Bidasoa Irun.

Varias decenas de aficionados polacos se acercaron al domicilio del irundarra en Kielce, campeón del mundo y que ha sido pieza clave en los éxitos del equipo polaco, con quien anotó el penalti decisivo en la muerte súbita de la final de la Champions en 2016.