Delteco GB70

Granada66

DELTECO GIPUZKOA BASKET Mikel Uriz (10), Dee (10), Motos (17), Murphy (13), Rozitis (7) -cinco inicial- Bruggeman (0), Oroz (5), Jawara (4), Olaizola (4), Faye (0) y Sollazzo (0).

GRANADA Rodríguez (11), Iriarte (10), Cobos (2), Olmos (7), Kapelan (4 ) -cinco inicial- Corts (0), Marín (8), Guille Rubio (20), Pardina (2) y Watson (2).

Parciales 17-22, 10-21, 19-9 y 24-14.

Árbitros Quintas Álvarez, Lizana Moreno y Zamora Rodríguez.

Incidencias Partido jugado en el Gasca.

donostia - El Delteco Gipuzkoa Basket sacó ayer adelante un dificilísimo partido ante el Granada y sigue al acecho del Valladolid en la lucha por el primer puesto de la LEB Oro y el consiguiente ascenso a la ACB. La victoria por 70-66 llegó tras un mal primer tiempo y una remontada espectacular en el segundo liderada por Mikel Motos y Julen Olaizola. En un día en el que el juego no brilló porque Dee estuvo muy vigilado, Murphy jugó a ráfagas y Sollazzo no apareció, fueron los dos guipuzcoanos los que marcaron las diferencias con una intensidad impresionante, una defensa brutal y un deseo enorme de luchar por cada balón.

Fue un espectáculo ver a Olaizola lanzarse a por cada rebote, a Motos defender cada jugada como si le fuera la vida en ello. A lo que el escolta añadió una importante ración de puntos, 17, incluidos tres triples providenciales en el tercer cuarto que resultaron claves en la remontada. En una plantilla lujosa para la LEB, con un montón de fichajes foráneos, al final los que dan la cara día tras día son los de casa, exhibiendo un compromiso y una actitud ejemplares. Motos y Olaizola demostraron que no están ahí por ser guipuzcoanos, sino porque son jugadores óptimos para la categoría. Ni más ni menos. Como Xabi Oroz, que también fue pieza clave ayer y que está resultando diferencial este curso desde su defensa. Para que tomen nota algunos. Más allá de ser de la casa o no, son buenos jugadores. Como otros guipuzcoanos que están por ahí.

Le costó una barbaridad al Delteco GB superar a un Granada que llegaba en crisis al Gasca, tras cuatro derrotas consecutivas, pero que compitió muy bien, supo frenar a Johnny Dee y en ataque encontró la inspiración de Guille Rubio. Entre eso y que el equipo local no tenía el día, los visitantes llegaron a tener 19 puntos de renta (22-41). Un escenario parecido al de tantos otros días en el Gasca, pero amplificado porque la desventaja era muy grande, aunque quedó en 16 al descanso (27-43). Debutó Bruggeman, aunque no pudo lucirse, ni mucho menos. Más bien al revés, ya que se le vio superado por la intensidad y dureza del duelo.

En la primera jugada de la reanudación Murphy se hizo daño en el tobillo y Nicola recurrió a Olaizola, que no había jugado en todo el primer tiempo y que resultó ser un factor decisivo en el desenlace. Porque el donostiarra puso toda la intensidad y fuerza sobre la cancha que no habían puesto los demás jugadores interiores del equipo y él solito frenó a Guille Rubio, hasta entonces imparable para Rozitis y Jawara. Además de pelear rebotes lanzándose al suelo como un jabato. El empuje del pívot donostiarra secó al Granada, pero faltaba algo en ataque y ahí fue Motos quien aprovechó la vigilancia sobre Dee para meter tres triples en el tercer cuarto y poner el 43-50.

Los de Nicola ya estaban lanzados, el Granada tocado y un triple de Murphy y cuatro puntos de Dee acabaron por voltear el marcador poniendo el 53-52. No fue el mejor día del escolta estadounidense, que sin embargo siempre se las arregla para aportar. Diez puntos, cuatro asistencias y cinco robos para él en un partido discreto no son para nada malos números. Con el marcador a favor, un triple de Uriz y una canasta de Motos pusieron el 61-56 y la victoria ya no se escapó del Gasca. Una más para un equipo que, de una u otra manera, se las arregla para seguir ganando.