donostia - El conjunto guipuzcoano abrió la campaña con cuatro derrotas seguidas y a partir de ahí le ha costado una barbaridad dar el nivel que se le presuponía. Pero ganar dos partidos en diciembre ha dado ánimos a un equipo que afronta unas navidades importantes para intentar sumar un par de victorias que le hagan olvidarse de la zona baja de la clasificación. Azu Muguruza charla sobre estos tres primeros meses de competición, que han dejado al IDK Gipuzkoa en el puesto once con un balance de 4-9.

Han pasado muchas cosas en la primera vuelta. ¿Qué balance hace de los trece primeros partidos de la temporada?

-El balance es claro: nos ha costado muchísimo conseguir hacer un equipo, que todo el equipo esté junto y que tenga confianza para afrontar los partidos. Cuando tienes un equipo nuevo y encima empiezas mal la liga... ahí se frenó la marcha del equipo. Estábamos mejor de lo que demostramos, pero la falta de confianza tras perder esos dos partidos nos hizo dar varios pasos atrás.

Entiendo que ya está más tranquila tras conseguir en Gernika la cuarta victoria, pero la situación era muy complicada cuando perdieron contra el Campus Promete hace un mes y estaban con 2-7.

-Sí, cuando te ves así con el calendario que teníamos hasta Navidad daba un poco de vértigo. Otras temporadas siempre conseguías sacar ese mínimo de cuatro partidos hasta Navidad, pero en ese momento sinceramente lo veíamos muy complicado. Tal y como habíamos competido durante el resto de la liga, no piensas que puedes ganar contra esos rivales, pero como las cosas no son matemática pura, pues hemos sacado dos de esos cuatro partidos y vemos ahora la liga con otra tranquilidad. Hemos llegado mucho mejor al mes de diciembre.

En cualquier caso, sigue teniendo las navidades marcadas en rojo. Juegan el sábado contra el Quesos el Pastor y siete días después ante el CB Al Qázeres.

-Sí. Teníamos marcado el inicio de la segunda vuelta, el equipo está más ilusionado y tenemos que intentar seguir en esta línea. Vamos a tratar de mantener este nivel en los próximos partidos para sacar cuanto antes un par de triunfos y así estar más tranquilas en la clasificación y jugar con más soltura.

¿Pensaba que iba a costar tanto, que el inicio del campeonato iba a ser tan duro para ustedes?

-Bueno, la liga cada año da un paso más y está más dura. Cuando tienes un equipo nuevo, no sabes cómo vas a competir. Hace dos años pasó al revés. Tal y como habíamos estado en pretemporada no pensaba que íbamos a empezar la liga con cuatro victorias y cero derrotas. Pero tampoco esperábamos empezar como este año, con cuatro derrotas. Nos afectó en exceso perder esos dos primeros partidos.

¿Tanto marcaron aquellas dos primeras derrotas?

-Esa irregularidad en esos dos primeros partidos nos generó muchas dudas. La gente no sabía por qué nos pasaba eso y al final todas esas dudas se transformaron en falta de confianza. Las jugadoras no se veían capaces de sacar los partidos y de estar los 40 minutos al mismo nivel. Ha habido que trabajar mucho para conseguir eso.

Había tramos en los partidos de atasco brutal, el equipo estaba totalmente bloqueado en ataque.

-El equipo pasaba de fases de hacer un muy buen basket a de repente parecer que no sabíamos ni jugar. Cuando estábamos así, es que no metíamos ni debajo del aro solas, llegaba un momento de bloqueo... tú sabes que las jugadoras tienen más nivel del que estaban demostrando, pero la cabeza hacía que no diéramos una.

Ha habido muchos partidos muy igualados, de resolverse en las últimas posesiones. Podrían estar con seis victorias... o con dos.

-Ha habido muchos partidos de últimas jugadas, hemos estado ahí, hemos llegado con opciones al último minuto y medio en muchos partidos. Otros años se han dado de cara y hemos estado en la Copa. A pesar de no estar del todo bien, el equipo al menos estaba en partido.

Era un tema muy psicológico. ¿Qué teclas ha tocado?

-En principio las primeras teclas eran a nivel individual. Cuando hay bastantes jugadoras que no están al nivel que se les supone, la primera preocupación es por qué no se sienten cómodas o no están bien. Luego ya hemos atacado un poco al grupo, y a partir de ahí, también con la llegada de los refuerzos, hemos conseguido ir teniendo una tranquilidad y ser un equipo. Lo que nos han pasado son cosas que pasan en el deporte, pero ha habido momentos que ha sido difícil darle la vuelta a esa situación. Te preocupas porque pese a todo lo que estás haciendo piensas que no vas a llegar.

Ha sido una labor de día a día.

-Cuando pierdes, parece que tienes que trabajar más. El equipo ahí ha estado inconmensurable, ha trabajado día a día muchísimo, con intensidad. Ellas eran las primeras que querían estar mejor. Han trabajado muchísimo.

Durante las primeras semanas siempre decía que trataba de transmitir confianza, pero hubo un día que ya habló de exigencia.

-Sí, la primera premisa con unas jugadoras que por lo que sea no están cómodas en la pista es darles esa confianza y ver dónde pueden aportar más en la cancha, buscar todo eso dentro del grupo. Pero cuando ya les has dado todo, llega un momento en el que ves que ya no vale el mimo, sino un poco dureza, sacar la estaca y ponerse un poco serios.

¿Cuál ha sido el momento más bajo? ¿Esa derrota contra el Promete en el Gasca?

-Por partidos, los de Mann Filter y Promete, que son los dos partidos en los que debutan Erika de Souza y Joyce Cousseins-Smith. No sé si fue por el hecho de incorporar jugadoras sin muchos entrenamientos, pero el equipo jugó todavía peor. Igual fueron nuestras actuaciones más flojas, porque en otros partidos el equipo al menos estuvo metido. Pero en esos dos no estuvo a la altura.

¿Llega a dudar de su capacidad? ¿Piensa que igual no va a ser capaz de sacar esto adelante, que el equipo necesita otra cosa?

-Sí, cuando una situación se pone como la que hemos tenido nosotros, claro que dije que estaba a disposición del club y de las jugadoras, porque este es un proyecto que queremos que sea estable y duradero en el tiempo, y no tengo por qué ser yo siempre la persona que esté ahí. Claro que hubo momentos en que lo planteé.

En ese sentido son un club distinto, lo fácil hubiera sido echar a la entrenadora.

-Somos un club más tranquilo. Sabemos lo que somos y lo que tenemos. Lo peor es ponerte nervioso y empezar a desbarrar. Lo hemos tratado de llevar con la mayor tranquilidad posible, dentro de que claro que hay momentos de nerviosismo. Pero realmente lo hemos llevado con la mayor calma posible, analizando los posibles fallos o deficiencias del equipo, cubriéndolas y trabajando mucho. Hemos tenido la ayuda de mucha gente, incluso sin ser del club, gente que te tiene aprecio y te quiere echar una mano. Creo que lo hemos llevado con calma.

Han sentido a la afición más cerca que nunca.

-Cada vez viene más gente al Gasca y al final todo eso va a ayudar al equipo a que se sienta mejor. A las jugadoras les gusta sentirse arropadas por el público y eso lo están teniendo.

Los medios y la afición nos habíamos acostumbrado a jugar la Copa y el 'play-off', pero usted ya dijo hace poco que no le suponía un trauma estar abajo en la clasificación.

-No. Es que tal y como va evolucionando la Liga Femenina, eres consciente de que el año pasado fuimos a la Copa, pero varios partidos los ganamos muy justas, a veces por la lucidez de alguna jugadora. Sabes que de ganar a perder esos partidos no hay nada. Este año, viendo los equipos, pensaba: podemos estar, pero también quedarnos fuera tranquilamente. Los que estamos ahí dentro pensamos que eso puede pasar tranquilamente, no es ningún trauma. A todos nos gusta ir a esas competiciones, pero el día que no estás hay que asumirlo y trabajar para estar en la siguiente.

Vamos con algún nombre propio: Joyce, la última en llegar, está aportando muchas cosas.

-Según se va acoplando y cogiendo la forma, es una jugadora que ha dado otro aire al equipo. Es una auténtica directora, está todo el rato pensando en qué se puede hacer en cada situación, no está simplemente para mandar un sistema, sino para organizar a sus compañeras. Eso le ha restado en su anotación porque ha preferido que primero todo el mundo esté bien en el campo, y a medida que ha ido consiguiendo eso, el otro día en Gernika se destapó con una anotación alta y en momentos muy delicados del partido, lo que demuestra que no es solo una directora, sino que tiene una capacidad de resolución muy alta.

A Erika le ha costado arrancar.

-Le ha costado más en anotación. Pero nos ha aportado mucho. Es injusto decir que no ha aportado, porque ha ayudado en intimidación, más todos los rebotes que coge. Lo que más hemos echado en falta ha sido la anotación, pero ella poco a poco ha ido encontrando más su sitio, a ver si tenemos ya a esa jugadora completa que queremos.

Le hemos preguntado mucho por Ellen Nystrom. Vino con molestias y está lejos del nivel que mostró la temporada pasada.

-Ha acusado mucho la lesión que trajo del Europeo, y durante un tiempo ha estado pensando más en la lesión, en las molestias, en si iba a tener que ir a recuperarse a su país... hasta que no ha cambiado un poco el chip de que con eso puede entrenar y jugar, ha estado a un nivel más bajo de lo que es ella. Las últimas semanas ha entrenado mejor, parece que se va olvidando de eso y creemos que a partir de ahora vamos a ver a la Ellen de siempre.

¿Qué espera de la segunda vuelta?

-Más consistencia. Que el equipo sea capaz de afrontar los partidos los 40 minutos. Todos los años tienes pequeños baches durante los partidos, pero que sean pequeños. Espero que mentalmente el equipo esté mejor, con confianza y sabiendo que somos un buen equipo, que podemos hacer más cosas de las que hemos hecho. Convencernos de eso y a partir de ahí pensar que podemos ganar más partidos.

De lo que nunca se ha quejado es de la capacidad de trabajo de la plantilla.

-No me he quejado porque es de los mejores grupos que he entrenado, entonces eso todavía te frustra más porque estás viendo un grupo de gente súper humilde y trabajadora que solo quiere hacer lo mejor para el equipo.

Entiendo que la actual ya es la plantilla definitiva, que no van a acudir más al mercado.

-Nuestra idea es que estas sean las jugadoras. Con este equipo ya asentado, y sintiendo cosas entre ellas como equipo, vamos a afrontar una buena segunda vuelta.