Jarro de agua congelada en Illunbe. El Super Amara Bera Bera no jugará la final de su Copa. El equipo entrenado por Imanol Álvarez, anfitrión y gran favorito al título, ha caído frente al Mecalia Guardés por 20-24 en un partido dominado de principio a fin por el cuadro gallego, que ha dado la gran campanada del torneo y que mañana (12.30 horas) peleará por su primera Copa frente al Málaga, que en la primera semifinal ha derrotado al Elche por 32-24.

Todo estaba preparado para que el Super Amara superara su segundo obstáculo de la Copa y se plantara en la gran final. Un ambiente extraordinario, con camisetas azules y bufandas rojas llenando las gradas, una organización impecable, un equipo local que llegaba de forma justificada como el rival a batir por todos los demás -es el líder destacado de la Liga- y una carta de presentación impecable frente al Aula Valladolid en cuartos de final. Pero así es el deporte. Todo puede pasar. Ha nacido el término Illunbazo. Dentro de que la Copa es el torneo de las sorpresas, nadie esperaba una de este calibre. El golpe es duro, muy duro, para el Super Amara, que reconocía sin tapujos en la previa que esta Copa era “especial”. Este equipo ha puesto el listón tan alto en la última década que solo le vale ganar. Y esta espina la tendrá clavada durante bastante tiempo. El título de Liga está al caer y eso endulzará en parte este trago tan amargo, pero será inevitable recordar la de ayer como una de las derrotas más dolorosas de los últimos y exitosos tiempos.

El Super Amara ha estado irreconocible. Apenas ha podido salir al contraataque, su juego vistoso ha quedado atrapado en la maraña defensiva del Guardés y sus pérdidas y precipitaciones han sido constantes. Y cuando ha logrado entonarse, para colmo se ha encontrado con la guardameta visitante Sempere, que ha protagonizado una impresionante segunda parte. Ha habido momentos en que parecía imposible batirla. El equipo de Imanol Álvarez se ha desesperado. No ha encontrado continuidad y los nervios han ido en aumento. El Super Amara Bera Bera destaca por su capacidad de jugar bajo presión. Pero hoy le han podido los nervios. El papel de anfitrión ha pesado demasiado sobre los hombros de las jugadoras, que nunca han encontrado el ritmo adecuado ni han sabido mantener la calma.

El primer tiempo ha marchado igualado, aunque siempre con la sensación de que el Guardés se sentía más cómodo sobre la cancha. El equipo de Prades jugaba a su ritmo, mientras que el Super Amara iba más a tirones, a golpes de inspiración de Fernandes o de O’Mullony. No había fluidez en el juego. El primer gol de contraataque, obra de Mirene Moreno, no ha llegado hasta el minuto 15. Raro en el conjunto guipuzcoano, al que le encanta correr. Para entonces Imanol Álvarez había utilizado a todas sus jugadoras, pero ninguna combinación daba sus frutos. El ataque en estático no funcionaba y el equipo no encontraba ni a la pivote ni a las extremos.

PARCIAL DE 0-6

Pese a todo al marcador señalaba un 13-12 para las locales al inicio del segundo tiempo, pero después todos los problemas se han recrudecido y encima ha entrado en escena Sempere, pesadilla para el Super Amara, heroína para el Guardés. Lo ha parado todo. Entre sus intervenciones y los errores del Bera Bera, el parcial visitante ha sido de 0-6 para poner el 13-18 en el marcador. Para entonces las pérdidas del cuadro guipuzcoano ascendían a 16. De no creer.

Con cinco goles de desventaja y un cuarto de hora por delante, ha tocado intentar la épica. Dos goles de Fernandes, uno de Arrojería y otro de Boada han situado el 18-20, momento en el que más cercana ha parecido la remontada. Pero de nuevo Sempere y los errores locales han impedido recortar esa desventaja. Y en la otra parte del campo, el Guardés ha jugado con maestría con el tiempo. Muchas veces ha rozado el pasivo en sus ataques, pero casi siempre ha encontrado premio. Entre una cosa y otra, no hubo manera. El Guardés ha sido mejor y el Super Amara Bera Bera se queda sin su final soñada. El título de Copa irá a Galicia o Andalucía. No se quedará en casa. Varias jugadoras locales no han podido evitar las lágrimas, así de dura ha sido la derrota. La Copa se resiste por tercer año consecutivo, señal también de que el nivel general del balonmano femenino es más alto y la competencia cada vez más dura. Habrá más oportunidades. Toca recomponerse para atar la Liga