Los partidos entre Ademar y Bidasoa siempre resultan llenos de contenido. Casi da igual quién vaya por delante en la clasificación y quién atraviese un mejor momento de forma. Algo así como un derbi en la distancia, un pulso sin concesiones. Los comienzos del equipo leonés no han sido buenos en el presente ejercicio. Primero les eliminaron de la Europa League y la marcha en la liga es un poco cojitranca. Sorprendió mucho la holgura de la derrota en Nava (39-31) que, unida al apretado triunfo del Bidasoa ante el Sinfín, dejaba a los dos equipos con tres puntos de diferencia en la tabla a favor de los irundarras. Ese era el escenario previo. El posterior fue muy diferente. Los locales, sumidos en un mar de dudas, salieron a flote gracias a un partido intenso y muy trabajado que descompuso al Bidasoa. Los irundarras no se sintieron a gusto en casi ningún momento y terminaron claudicando por nueve goles de diferencia (34-25).

Los primeros 20 minutos respondieron a lo esperado. Fuerzas igualadas en las dos áreas y distancias mínimas en el marcador. Al inicial 2-0 de los locales con dos tantos de Leandro Semedo, respondió el Bidasoa con tres goles seguidos de Cavero. Víctor Rodríguez y Mikel Zabala. Las cosas fluían parecidas hasta el 10-10, momento en el que los irundarras se atascaron y el Ademar aprovechó para poner tierra con cuatro tantos de ventaja (14-10).

Jacobo Cuétara solicitó dos tiempos muertos en un par de minutos y Manolo Cadenas, técnico local, hizo lo propio cuando dos tantos seguidos de Iñaki Cavero apretaron el tanteo (14-12). Daba la sensación de que Bidasoa volvía al partido, pero fue como un espejismo. Le pitaron dos faltas de ataque, una exclusión de Matheus, además de las paradas del meta Milan Bomastar (50% de acierto) que había sustituido al titular Papantonopulos cuando el marcador indicaba mínima ventaja foránea (9-10). El Ademar se puso en manos de los lanzadores de la primera línea Semedo y Virbauskas para llegar al descanso con una ventaja de cinco goles (18-13), impensable diez minutos antes cuando el encuentro estaba empatado. Pese al cambio de portero en la meta guipuzcoana, los porcentajes de Ledo y José Manuel Sierra distaban mucho de los de su oponente. Con cinco goles de desventaja, el partido se le puso más que cuesta arriba al cuadro de Cuétara. Las dos exclusiones de Semedo y el hecho de contar solo con trece jugadores en la convocatoria podía ser un lastre para los ademaristas, pero la suerte del Bidasoa pasaba por reaccionar, mejorar claramente las prestaciones individuales y apretar mucho más en defensa.

Disputado el primer cuarto del segundo tiempo, no cambió prácticamente nada. El cuadro leonés mantenía su cómoda ventaja (25-20) y se hacía fuerte a favor de la corriente. A los intentos del Bidasoa por recortar la diferencia (21-18, 23-20) respondían los de Manolo Cadenas. Bomastar seguía parando balones y Semedo marcando casi todo lo que lanzaba al portal irundarra hasta convertirse en el máximo artillero del partido con once goles. Entre los dos se lo guisaron todo y fueron minando con sus aportaciones la moral de los de Artaleku. No faltaban en los guipuzcoanos las pérdidas de balón y las faltas en ataque. Tampoco aprovecharon una doble superioridad tras las exclusiones de Jaime Fernández y Gonzalo Pérez Arce en el mismo minuto. Así era imposible la posible remontada y las opciones de éxito final. Además, para que no faltara de nada, Dariel García fue descalificado a siete minutos de la conclusión.

Finalmente, el marcador tradujo en números lo que sucedió en la cancha. En el balance de aciertos y errores, las cosas se decantan claramente del lado leonés que terminó imponiéndose con más amplitud de la esperada.

Nueve goles son muchos cuando el punto de partida previo no dibujaba un panorama tan elocuente ni por aproximación. El Bidasoa quizás pecó de falta de intensidad. El capítulo de exclusiones puede reflejar un poco esa realidad. Mientras los leoneses sufrieron seis, los guipuzcoanos, una. Derrota que llevará al equipo a la reflexión, porque a la vuelta de la esquina debe afrontar otra cita de las exigentes. El próximo viernes (21.00 horas) llega a Artaleku el BM Logroño, otro equipo que aspira a estar entre los mejores.

ADEMAR LEÓN Papantonopoulos; Milosavijevic, Jaime Fernández (2), Virbauskas (5), Gonzalo Pérez Arce (6, 3p), Nikolas Liapis (2). Semedo (11) -equipo inicial- Bomastar (ps), Casqueiro (1), Boskos (2), Lodos, Borges (5) y Soljic.

BIDASOA IRUN Xoan Ledo; Iñaki Cavero (4, 1p), Mikel Zabala (4), Rodrigo Salinas (4), Tom Tesoriere, Matheus da Silva, Víctor Rodríguez (4) -equipo inicial-. J.M. Sierra (ps), Ander Ugarte (4), Julen Aginagalde, Julen Mujika, Leo Renaud (2), Jon Azkue, Dariel García y Adrián Fernández (3, 1p).

Parciales 2-2, 4-5, 8-8, 10-10, 14-11, 18-13 (descanso), 20-16, 22-18, 29-20, 26-22, 30-22, 34-25.

Árbitros Álvarez Menéndez y Friera Cavada (comité asturiano). Exclusiones locales de Milosavijevic, Virbauskas, Semedo (2), Jaime Fernández y Gonzalo Pérez Arce; Matheus y la descalificación de Dariel García, por los irundarras.

Incidencias Partido disputado en el Palacio de los Deportes de León.