- Hay ascensos que se consuman en equipos preparados para dominar una temporada y dar un salto de categoría, pero este no fue el caso de Getaria. La Esperan-tza se convirtió el domingo en un nuevo participante de la Liga Eusko Label después de proclamarse campeón del play-off y superar a todas sus rivales una vez más. Una vez más, porque también han finalizado el curso como campeones de la Liga ARC-1 y como campeones de España.

"Para nada pensábamos que la temporada finalizaría así", afirma Jon Larrañaga, técnico de los getariarras, a este periódico como balance. Sabedor de la gran competencia que tendrían durante todo el verano, confiesa que "al comienzo del verano me faltaban dedos para contar rivales que nos podrían plantar cara". Getaria es una tripulación de pueblo, y un pequeño pueblo. Sus aspiraciones no pasaban en invierno por ganar tantas banderas y ganar el play-off de ascenso. El entrenador afirma que la clave de todos los éxitos han sido "las ganas de los remeros y creer en sus posibilidades".

A pesar de la buena temporada, a veces los nervios juegan malas pasadas y la falta de experiencia podía haber dejado a Getaria con la miel en los labios en el último fin de semana de la temporada. "Sabíamos que tendríamos opciones, pero las condiciones de la mar fueron realmente exigentes", confirma Larrañaga sobre la regata disputada en aguas de Bermeo el sábado pasado.

Tras haber ganado la primera jornada, el domingo en Portugalete el guion no sufrió muchos cambios y, después de tres intentos, Getaria consiguió el ansiado ascenso. Sabedores de la calidad de sus rivales, "tratar con respeto a todos y cada uno de ellos" era fundamental para lograr el objetivo marcado.

Hay noticias que trastocan muchos planes, y el comienzo de temporada para los getariarras fue realmente duro. El palo más grande que sufrieron los remeros fue la pérdida de su compañero Andoni Larrañaga, que falleció en un trágico accidente de tráfico. "La noticia nos atizó muy fuerte a todos, pero, además de su pérdida, el equipo y el club han sufrido otras once más", añade el técnico. Entre compañeros, familiares y amigos, los getariarras han perdido a muchos allegados durante el verano, pero "a pesar de notar su ausencia, su fuerza a seguido con todos nosotros", confirma Larrañaga.

El saber estar y la madurez han sido cruciales para afrontar una temporada en la que las buenas noticias solo han llegado desde el agua. Larrañaga sabe cuál ha sido el esfuerzo que han realizado sus remeros y él, y no quiere olvidarse de otros amigos como Jon Urresti o Txomin Orbañanos. "En el equipo no pararon de caer jarros de agua fría, pero eso hizo a la vez que la trainera contase con quince o incluso 16 remeros", añade.

Era de esperar, y Larrañaga es tajante en relación a que "la temporada de Getaria es de un doce sobre diez y digna de un sombrerazo". No podía haber mejor desenlace a una intensa temporada, que ha concluido con un merecido ascenso a la Liga Eusko Label. El entrenador de la Esperantza reconoce que "un ascenso exige mucho trabajo y menos vacaciones", pero, después de haber sufrido durante el verano, también admite entre risas que "me voy a tomar dos días para mí, que también necesito descansar".

La Liga Eusko Label contará en su edición de 2022 con un nuevo participante guipuzcoano, y es que el territorio más pequeño del Cantábrico perdió hace varias semanas un participante con el descenso de Zarautz, pero sus vecinos getariarras recogerán su testigo con mucha fuerza. La Esperantza ya ha conseguido el objetivo que ya persiguió en tres anteriores ocasiones, y es que el nombre de la trainera viene como anillo al dedo a una frase que muchos deportistas siempre tienen muy presente: la esperanza es lo último que se pierde.

"No esperábamos acabar la temporada así; las ganas de los remeros han sido claves"

Entrenador de Getaria