- La doble medallista olímpica vuelve a casa 15 años después de marchar a La Seu d'Ugell. La lasartearra Maialen Chourraut dejó su localidad natal junto a su marido y entrenador, Xabier Etxaniz, con apenas 23 años, buscando las condiciones óptimas para ejercer su profesión al máximo nivel. Los últimos meses de caos azotaron fuertemente al mundo del deporte, el cual tuvo que aplazar muchas de sus grandes citas. Los más grandes deportistas del mundo tenían marcado en rojo en el calendario los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a los cuales la propia piragüista miraba con clara ambición. El aplazamiento de estos para el año que viene ha acelerado, más si cabe, la decisión del entorno cercano de Chourraut de volver a casa tras tantos años lejos de sus seres queridos. Ella misma confirmó ayer que "ya teníamos la idea de querer volver con la familia, de volver a reunirnos después de tantos años en La Seu". Así, explicó que "no teníamos la decisión tomada aunque sí la posibilidad de volver después de los Juegos de Tokio", argumentándolo con que "con todo lo del coronavirus, los Juegos se aplazaron un año más".

El futuro es realmente incierto en muchas de las disciplinas olímpicas, y el piragüismo no es una excepción. De hecho, no está claro qué pasará con el calendario internacional, con las Copas del Mundo y el Europeo programado en Praga para septiembre. La medallista guipuzcoana se sintió desconcertada ante lo acontecido en los últimos meses coincidiendo con la incertidumbre social actual. Asimismo, afirmó que "quién diría en febrero que en marzo nos confinarían y quién diría que se suspenderían los Juegos Olímpicos, que tanta gente se quedaría sin trabajo, que tanta gente enfermaría... La situación ha sido potente".

Asumiendo que "costó borrar Tokio 2020", Chourraut se enfoca en llegar a los Juegos Olímpicos en la mejor forma. Aun así, se mostró crítica consigo misma reconociendo que "lo que me interesa ahora es mejorar algunos aspectos técnicos, automatizar algunos gestos que no tengo automatizados, además de cambiar la forma de ejecutar algunas trayectorias y maniobras". A pesar de ello, se mostró centrada y reconoció que "ese trabajo no depende de calendarios". La deportista deberá cambiar ahora sus rutinas de entrenamiento, aunque agradeció los años pasados en La Seu añadiendo que "me aportó mucho como piragüista y los resultados vinieron acompañando al trabajo realizado". Afirmó estar en un proceso de adaptación, aunque está contenta porque aquí encontrará estímulos que buscaba.

Volver a casa, además de recuperar recuerdos de sus inicios, ha permitido que Maialen mire más de cerca el piragüismo local. Así, destacó la necesidad de la existencia de aguas bravas en Euskadi para trabajar con la cantera. Para ello, rompió una lanza en favor del proyecto en un canal en Zubieta. En referencia a este, aseguró que "lo que me gustaría y lo que quiero es terminar mi carrera deportiva remando en ese canal", siguiendo con que "me gustaría terminar pudiendo competir allí también".

No debemos olvidar que Maialen dejó Gipuzkoa por falta de recursos naturales. Ahora, muchos años después, ha decidido volver a casa porque, como ella misma dijo, "la familia tira mucho".

"Quiero llegar a Tokio lo mejor posible, seguiré trabajando cada día para conseguirlo"

Piragüista olímpica lasartearra