- El Campeonato del Mundo de MotoGP arranca este fin de semana en Jerez después de cuatro meses de aplazamiento a causa del coronavirus. Marc Márquez proseguirá su carrera contra el presente y contra la historia del motociclismo. Buscará su noveno título mundial, el séptimo de la categoría reina, para elevarse a la cota del nonacampeón Valentino Rossi y poder mirar hacia una cúspide en la que aparecen Ángel Nieto y sus trece títulos mundiales o los quince del recordman Giacomo Agostini. “Queremos ofrecer un gran espectáculo”, subraya Marc, ávido por prolongar su rutina: suma cuatro títulos seguidos y seis en siete años en la categoría.

Márquez comenzará la temporada beneficiado por el aplazamiento, puesto que ya se encuentra recuperado de su operación invernal de hombro. Por contra, el piloto que más cerca ha estado de batir al catalán en las últimas tres ediciones, como dan fe sus tres subcampeonatos, Andrea Dovizioso, iniciará la campaña mermado, con tornillos en su clavícula izquierda fruto de una caída entrenando. “He trabajado muy duro y me siento bastante bien”, señaló, aunque admitió que hasta que no corra no conocerá su capacidad. Sus opciones de título se fundamentarán en su estado físico y en el potencial de la Ducati, la máquina más veloz de la parrilla pero torpe en las curvas. El trabajo de la fábrica italiana en el apartado del paso por los ángulos será determinante para la candidatura de Dovi. Además, el piloto italiano deberá ofrecer argumentos tras las divergencias sobre su renovación de contrato, que expira al término de la temporada.

Como alternativas para la competencia de Márquez también se presentan los pilotos de una Yamaha que en los últimos coletazos de 2019 dio muestras de mejoría. Maverick Viñales, Fabio Quartararo o Valentino Rossi son otros aspirantes a rebajar las pretensiones del vigente campeón.

Los tres pilotos de la fábrica de los diapasones tienen cuentas pendientes. Correrán espoleados por las voluntades de demostrar. Desde su llegada al equipo oficial Yamaha, Viñales no ha completado una campaña con resultados regulares y en su haber está la intención de transmitir que puede competir durante todo un campeonato de tú a tú con Marc -“Creo que llegaré en buena forma”, asegura-; Quartararo asiste a su último año en el equipo filial de Yamaha, el Petronas, antes de dar el salto al oficial, el Monster Energy, y querrá hacer ver, con el objetivo de “subir al podio de forma regular”, que la apuesta por él merece la pena; por su parte, Rossi, que será rebajado en 2021 a la escuadra filial de la marca japonesa en favor de Quartararo, querrá proyectar su capacidad para seguir rindiendo al nivel de los mejores de la cilindrada e incluso buscará evidenciar que seguía mereciendo el manillar de una Yamaha de referencia. “Los pasos que dimos durante la pretemporada fueron positivos. Estoy listo. ¡Haremos nuestro mejor esfuerzo!”, apuntó Il Dottore, que apura sus opciones antes del ocaso deportivo.

El Repsol Honda ofrecerá el interés de ver a dos hermanos en el mismo box. Si bien, Honda parece tener claro que Álex Márquez, a pesar de la reciente decisión de su fichaje, está verde. El pequeño de los Márquez solo ha permitido evaluar sensaciones durante la pretemporada y, sin disputar una sola carrera, ya sabe que en 2021 será rebajado al equipo LCR, el satélite de Honda. Su puesto lo ocupará Pol Espargaró.

Por lo tanto, Álex tiene una temporada por delante para hacerse valer y demostrar que merece un asiento junto a su hermano. Y es que ha ampliado su contrato con Honda hasta 2022, el mismo tiempo que, al menos, permanecerá Polyccio.

En cuanto a mecánica se refiere, la marca que dio un evidente salto de calidad el año pasado fue Suzuki, que permitió rodar con asiduidad en puestos de cabeza tanto a Álex Rins como a Joan Mir. “Me siento más preparado que nunca”, advirtió Rins; “he podido entrenar más de lo habitual y aumentar mi nivel”, consideró Mir. Por el bien del espectáculo sería interesante que, cuanto menos, la moto rindiera al mismo nivel o incluso superior. También progresaron el año pasado KTM y Aprilia, aunque no lo suficiente como para debatir por los podios en situaciones ordinarias. Este curso serán claro foco de las miradas para aquellos que anhelen disfrutar de una competición más ajustada.

Con ganas de testarse aguarda Iker Lecuona. El vascovalenciano sorprendió con su salto a MotoGP desde Moto2 porque sus resultados no destacan precisamente. Pero su evolución como piloto habla por sí sola. Es el debutante español más precoz en MotoGP y el tercero más joven de todos los tiempos. KTM ha apostado por su talento y Lecuona, que sin llegar a correr ya ha visto renovado su contrato, confía en devolver la confianza. Correrá junto al también debutante Brad Binder, en una clara apuesta de KTM por la juventud.

La temporada, que en condiciones normales hubiera albergado 19 carreras, se desarrollará, por el momento, con trece y todas ellas en Europa. Si bien, podrían llegar a celebrarse un total de 16 pruebas, en función de si se pueden organizar citas en Argentina, Tailandia y Malasia, las tres que faltarían por fijar y que dependen de la evolución del COVID-19. Está por descubrirse quién se beneficia de un campeonato que podría ser tan breve como trece carreras, a la antigua usanza, y donde los errores se pagarán caro. Despiertan los motores en Jerez. La parrilla tratará de acorralar a un Márquez que buscará proteger su dinámica de éxito. Este Mundial, como los últimos, será un Márquez contra el mundo.