donostia - La atleta irundarra ha explotado todo el potencial que se le adivinaba y ha bajado su mejor marca de 8.25 a 8.00 en unos meses de febrero y marzo espectaculares. Su mejoría es "una burrada" como dice ella misma, y su sueño ahora es clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio. No será fácil, pero si mantiene su actual estado de forma lo tiene ahí...

Ya ha vuelto al trabajo después de unos días de descanso tras el título en el Campeonato de España.

-Sí, el jueves volvimos ya a entrenar. La pretemporada de cara al aire libre es mucho más corta que la anterior, que hay que hacer toda la base para la pista cubierta y el aire libre. Ha sido un pequeño parón, una bajada de forma y el pico de forma vuelve a estar en mayo y junio, y luego en agosto.

El oro en el estatal es el broche a una temporada de pista cubierta que ha sido...

-De ensueño. El objetivo que nos habíamos marcado al inicio de temporada era bajar de 8.16, que era la marca mínima que exigían para el Mundial de pista cubierta (finalmente cancelado porque iba a celebrarse este mes de marzo en China y que se ha trasladado a 2021), y de 8.16 a 8.00 es un mundo. Nos lo hemos ganado porque hemos trabajado súper bien. No lo esperábamos, pero se ha ido dando.

Empezó el invierno con una marca personal de 8.25.

-Era mi marca de hace tres años, porque hace dos estuve lesionada y el pasado año terminó con 8.30. Es que es una burrada, porque es una prueba súper explosiva. La continuidad que hemos tenido entrenando se ha visto reflejada. Las dos principales mejoras han sido la técnica de carrera, dirigida a esos tramos entre vallas, y luego ese trabajo sobre la valla que hemos ido mejorando y que queda por mejorar aún. Con esas mejoras he estado más rápida, más fuerte y se ha reflejado en la marca.

Ha sido muy constante en esas marcas por debajo de 8.25.

-Han sido las cuatro o cinco últimas semanas. El segundo fin de semana de febrero corrí en 8.11, luego el siguiente fui a un meeting de Francia e hice 8.17 y 8.14, luego en Madrid 8.04 y 8.00, y en el Campeonato de España 8.05 en la final. Me he estabilizado en esas marcas. Ni me planteaba un 8.00. El gran objetivo era 8.16. Es una pena que no se dispute el Mundial porque igual podía haber llegado a semifinales. Es que me encuentro muy bien. Iba a por todas, pero no ha podido ser.

Ha comentado que ha tenido una constancia entrenando que no ha conseguido otros años.

-Me he cuidado más que nunca este año. Con mi fisioterapeuta Imanol Soroa hemos conseguido continuidad entrenando, y es lo que más destaco aparte de las mejoras técnicas. Es que ninguna semana he faltado a entrenar, todas las semanas han sido muy constantes, con muy buenos entrenamientos, nunca había tenido una temporada así. Nunca he tenido sensaciones tan buenas, es que no ha habido ni un solo mal entrenamiento. Cada semana me encontraba mejor.

Hace dos años decidió empezar a entrenar con Ramón Cid.

-Llevo desde 2018 con él. El año pasado fue de adaptaciones, de conocernos mutuamente, adaptarnos a las nuevas técnicas y métodos. El año pasado me quedé en 8.30 y al aire libre igualé mi marca personal, así que este año sabía que podía ser muy bueno porque había automatizado cosas. Llevamos tiempo acumulando trabajo, y ahora ha llegado este momento.

Usted siempre destaca a Ibon Muñoz, su anterior entrenador.

-Es que empecé a los ocho años con su mujer, pero a los once o doce pasé a entrenar con él hasta los 23 años. Todo lo que he conseguido ha sido gracias a él, toda la base que he ido acumulando desde que era pequeña. Con Ramón no he empezado de cero, me ha cogido con una base y ha sido quien me ha pulido.

¿El atletismo le gustaba ya desde niña o probó otros deportes?

-Veía los campeonatos por la tele con mi aita y siempre me ha gustado correr. No probé otros deportes, me metí directamente a atletismo. Es el deporte que siempre me ha gustado. De pequeña hacía de todo, pero salto de longitud y vallas fueron las pruebas que más me gustaron.

Lleva tiempo ahí, desde que era muy joven, pero las lesiones habían truncado su progresión.

-En 2015 se me cruzó un perro entrenando en la pista de atletismo de Irun, fui a esquivarlo y se me luxó el quinto dedo del pie. También me salió un edema óseo y estuve toda esa temporada al aire libre sin hacer vallas. Fui al Europeo de longitud, pero vallas no podía hacer. La temporada de pista cubierta siguiente recaí del mismo problema y en 2018 me hice una fractura de estrés en el peroné. Corrí la pista cubierta, pero estuve lejos de mis marcas porque había empezado a entrenar en enero. Pese a eso hice plata en el Campeonato de España, que no estuvo nada mal. Gracias a los médicos y los fisios conseguí llegar.

Ahora, libre de lesiones y con esa constancia entrenando, está consiguiendo explotar.

-Ahora me encuentro en mi mejor momento, con 25 años, y llegará uno mejor si seguimos trabajando igual y las lesiones respetan. Y más en las vallas, que es una prueba súper técnica. Con el paso de los años tenemos todavía que ir mejorando y puliendo detalles. Las sensaciones que estoy teniendo entrenando no las había tenido nunca y es solo mi segundo año con Ramón; tengo que seguir asimilando sus correcciones, sus métodos de entrenamiento... Puede salir mucho más.

Así que 8.00 en los 60 metros vallas no es su tope.

-Estoy para bajar. En Madrid pude hacerlo, pero me hice un poco de daño entre la semifinal y la final y no pude empujar igual de fuerte en la salida. La salida en la final fue peor que en la semifinal, pero luego corro muchísimo entre vallas y las de delante me empujan y me engancho a ellas. Si no hubiese tenido ese problema, podía haber bajado de ocho segundos. Esos primeros cuatro pasos, cuando empujamos, no pude hacer a tope, ahí me dolía. Luego ya de lanzado me sentí bien.

¿Cuánto entrena?

-Hago cinco sesiones semanales, alguna semana seis, entre dos horas y media y tres horas al día.

También estudia.

-Estoy haciendo mi segundo máster, un MBA (Maestría en Administración de Empresas), y ahora empiezo a trabajar en Salto Systems a media jornada. Estudié Administración y dirección de Empresas, luego hice un máster de dirección financiera y tuve alguna entrevista de trabajo, pero era mi primer año de entrenamientos con Ramón Cid y vi que no podía compaginar. Me metí a hacer un MBA, que me convalidaban algún módulo. Es exigente, tengo que meter horas, por la mañana hago el máster y estudio inglés y por la tarde entreno. Me siento afortunada porque me dejan media jornada. Me interesa formarme y coger experiencia; y si tengo flexibilidad para entrenar, pues genial.

Y mientras, a por los Juegos Olímpicos.

-Sí, ese es el objetivo. Es difícil, pero salgo bien posicionada de la pista cubierta porque estoy la 48 del ranking mundial y van 40. Hay dos opciones para clasificarme: por tiempo (la mínima es 12.84) y por ranking mundial, y para ello te hacen la media de tus cinco mejores competiciones. Ahora tengo dos que me puntúan muy poco y las que me valen son los meetings de Madrid y Francia, y el Campeonato de España. En la temporada al aire libre voy a competir en el Iberoamaricano de mayo y en el Campeonato de España a finales de junio, además de algún meeting que salga fuera. Ese es el objetivo. Si seguimos constantes, vamos a estar ahí.

¿Se puede trasladar su tiempo del 60 vallas al 100 vallas?

-Sí. Teóricamente equivale a 12.77. Esa es la teoría, pero tiene que salir y no sé cómo voy a estar en unos meses. Tengo muchísimas ganas y estoy muy esperanzada, pero esto no son matemáticas. A finales de junio es cuando se cierra el plazo para los Juegos. Y luego está el Europeo al aire libre a finales de agosto en París. Ahí es mínima directa de 13.19 que espero hacerla. El objetivo es bajar de 13.00 al aire libre. Es muy buena marca.

¿Y hasta dónde?

-No me paro a pensar, quiero seguir disfrutando del atletismo como he hecho estas semanas. Nunca me he sentido así, me he ido conociendo como atleta con Ramón, soy más madura, me lo estoy tomando diferente. El trabajo lo vamos a poner, así que si las lesiones respetan, los resultados van a salir.

¿Qué supondría participar en los Juegos Olímpicos?

-Sería un sueño hecho realidad porque hace unos años era impensable y ahora mismo es un poco más real. Ojalá que salga.

"Me encuentro en mi mejor momento, con 25 años, pero llegará uno mejor si seguimos trabajando igual y las lesiones respetan"

"Por las mañanas estudio un máster e inglés, y por la tarde entreno; y ahora empiezo a trabajar a media jornada en Salto Systems"

"Hay dos opciones para meterme en los Juegos: por ranking, que entran 48 y estoy la 40; y por tiempo mínimo, que es 12.84"

"Clasificarme para los Juegos sería un sueño hecho realidad; hace unos años era impensable y ahora es un poco más real"