Dicen de de Charles Ollivon (Senpere, 1993) que es un vasco de la tête au pied, es decir, de los pies a la cabeza. Y que sonríe orgulloso cuando se lo comentan. Dicen de él que está tan arraigado a la cultura euskaldun que, a pesar de vivir ahora en la Costa Azul, mantiene su abono de temporada de la Real Sociedad y que viaja cada vez que puede para ver en directo los partidos del Aviron Bayonnais. Dicen que creció practicando los dos grandes deportes del corazón de Lapurdi: la pelota y el rugby. Y que este tercer línea ha llegado a ser el capitán del XV francés gracias a las horas que pasó en el frontón. Porque ahora, Ollivon lidera el combinado bleu del oval, al que parece estar reviviendo tras una convulsa década. Sin embargo, cuando el lapurtarra acababa de alcanzar la mayoría de edad y comenzaba a despuntar, fue desechado por las categorías inferiores de la selección francesa. “Demasiado delgado para el rugby”, explicaban. Algunos incluso ahora, ante un Ollivon de 26 años, 1,99 metros de altura y 108 kilos de peso, le ven demasiado enjuto. Pero él sigue evitando el gimnasio y las pesas. Porque el vasco basa su juego, aquel que le ha llevado a portar el brazalete de capitán, en una astucia y habilidad que dice haber conseguido gracias a su afición por la pelota: “Es la razón, sin duda, por la que tengo un poco de agilidad con el oval”.

En Iparralde, quienes quieren dedicarse al rugby, deben escoger entre Aviron Bayonnais, Biarritz Olympique y Anglet. Ollivon se decantó por el primer equipo y, aunque tenía muchas aptitudes para el oval, su entrenador por aquel entonces, Thomas Lievremont, reconoció a The Telegraph que nunca imaginó hasta donde llegaría: “Mostraba signos de tener un gran carácter, pero físicamente era demasiado delgado para el rugby de alto nivel”. De hecho, ni el propio Ollivon tenía fe ciega en sus posibilidades y, por ello, optó por sacarse el título de Dirección y Gestión de Empresas: “Entendí que la gente no necesariamente pensaría en mí para más tarde, así que fui serio en mis estudios.”, reconoció a Rugbyrama. Quizá por eso, este lapurtarra nunca fue convocado para las categorías inferiores la selección francesa. Sin embargo, Ollivon se erigió como el ejemplo perfecto de que no es necesario pasar la juventud en el más alto nivel para conseguir un futuro profesional de éxito.

Y es que el vasco estuvo siempre por debajo del radar. No entró en ninguno de los grupos de edad. Incluso en 2014, cuando firmó su primer contrato profesional, era un gran desconocido en Francia. Pero gracias a su buena temporada recibió la primera llamada del XV del Gallo. Después fichó por el Toulon, equipo en el que milita en la actualidad, y su presencia en la absoluta se volvió intermitente hasta que el Mundial de 2019, cuando jugó tres partidos antes de que su equipo cayera eliminado por Gales en cuartos de final. A pesar de la pobre imagen dada por los galos, Ollivon fue una de las notas positivas. Su reputación se vio tan reforzada que, a pesar de llevar tan solo once partidos con Francia, el lapurtarra fue el escogido para liderar a los Gallos en el VI Naciones que comenzó el pasado fin de semana. Por eso, Lievremont ya no duda de su capacidad: “Tiene un carisma diferente al de la mayoría provocado por los contratiempos que ha tenido en su cabeza”. Su primer entrenador se refiere a las lesiones que obligaron a Ollivon a pasar por el quirófano e incluso a pensar en retirarse en varias ocasiones. “Es una persona auténtica y el rugby francés necesita ser renovado, necesita una chispa que él encarna. Es bueno tener a alguien tan honesto liderándonos”, concluye el extécnico.

estreno con victoria La renovación de Francia, con Fabien Galthié en el banquillo y Ollivon sobre el césped, no pudo comenzar mejor. El pasado fin de semana, el XV bleu pasó por encima de Inglaterra (24-17) en la primera jornada del Seis Naciones. Y el lapurtarra tuvo gran culpa de esta primera victoria con dos ensayos. A Ollivon le sentó muy bien portar el brazalete de capitán; pero, más allá de sus individualidades, el jugador del Toulon prefirió destacar la actuación de todo el grupo: “Siempre recordaré este partido. Hice dos ensayos, pero pasan a un segundo plano porque la base de todo fue el equipo, que consiguió realizar el juego que estamos entrenando. Por eso, tenemos que mantener este estado porque así se nos harán los partidos más fáciles”. Y es que el siguiente encuentro de Francia en el VI Naciones será el próximo domingo (16.00 horas) ante una Italia que se quedó a cero en su partido inaugural ante Gales (42-0).