a artista emergente Xare Alvarez Berakoetxea (Donostia, 1990) presenta en la galería Altxerri de Donostia una hermosa colección de dibujos a punta seca sobre papel de repertorios fitomorfos y un conjunto de esculturas sobre anudados y entrelazados de cuerdas y telas pasados a bronce, que enlazan sutilmente con la línea curva matisseiana del pintor francés, reducida conceptualmente a sintaxis minimal y japonesa.

Con una gran economía de medios, con líneas curvas de carácter cinético, traza amplios dibujos de plantas y hojas vegetales, grabados sobre papel, gofradas o bordadas sobre lino. Gofrados blanco sobre blanco de carácter arpiano (2021) o trazadas con líneas negras sobre delicados papeles dan como resultado imágenes icónicas de marcado acento simbólico y decorativo. La pura línea curva de Matisse se impone sobre la superficie del plano. Ritmo, pulso y emoción se plasman en sus dibujos/grabados. También en el conjunto de sus esculturas de pura línea realizadas sobre cuerdas pasadas a bronce (2020-21), que se enlazan, entrelazan, o se expanden en el espacio, corre la línea curva, creando vuelos alados y minimales en el vacío.

Dos esculturas verticales (2021) sobre telas entrelazadas y redes, que abren la muestra, poseen un concepto más cerrado y compacto que las anteriores, un concepto más totémico y de bastón de mando.

Una escultura minimal sobre un paño alabeado, y de cuidadas texturas, compone junto al tapiz bordado sobre lino un conjunto digno de una minka japonesa o de un espacio arquitectónico moderno.

En toda su obra se respira una tensión latente entre lo efímero-durable, lo frágil-permanente, lo etéreo-terrestre y lo sutil-trascendente. l