Tras años dibujando a los superhéroes más reconocibles del cómic como Batman y la Liga de la Justicia para la editorial DC, el cántabro afincado en Donostia Álvaro Martínez (Torrelavega, 1982) ha alcanzado su primera nominación a los premios Eisner con una serie de novelas gráficas que le "representan" como autor y en las que ha ido dejando pequeños guiños personales.

"Dibujar a Batman no es comparable con crear algo y que funcione", asegura en una entrevista con Efe en alusión a su último trabajo, The nice house on the lake, que ha sido nominada a esos premios, considerados como los "Óscar del cómic", en la categoría de mejor serie.

En esta serie, editada por DC Comics, Martínez se ha alejado de los superhéroes que le han dado un nombre en la industria del cómic estadounidense para adentrarse en el género de terror.

Un cambio que, admite, le ha hecho crecer como autor, porque aunque tiene una "gran implicación emocional" con los cómics que leía de pequeño, cuando literalmente devorada los tebeos, esta serie le ha permitido expresarse mejor como creador.

"Es una forma de reafirmarse muy potente, muy estimulante, me quedo con haber creado algo que le guste a la gente", apunta Martínez, quien cree que con esta serie, en la que trabaja con James Tynion IV y Jordie Bellaire, ha puesto "toda la carne en el asador".

El resultado de la colección, que va por el noveno número de doce -terminará en diciembre-, es una historia en la que Martínez ha conseguido sacar ideas, facetas artísticas y estilos que su anterior trabajo no le permitía.

"En el mundo de los superhéroes se espera que tengas una línea arquetípica, estándar, de la casa", apunta el dibujante, quien resume que cuando trabajas en ese mundo "no dejas de ser uno más de los artistas que tiene la editorial" y con esta serie, ha conseguido dibujar algo que le representa.

"Ya me sentía muy realizado, pero lo que pude sacar aquí han sido todas las cosas que me interesaban, no sólo artísticamente y gráficamente", apunta el dibujante. "Es mucha más responsabilidad pero sientes que lo firmas debajo sin ningún problema", señala.

LA INSPIRACIÓN DE CHILLIDA

The nice house on the lake es una serie de terror y thriller con toques de ciencia ficción, que se desarrolla por completo en una casa, rodeada de una serie de esculturas "muy importantes para la historia".

Martínez, quien reside en Donostia, se inspiró en las esculturas de Eduardo Chillida, muy presentes en la capital de Gipuzkoa, para realizar las figuras, en uno de los muchos guiños personales que ha introducido en la historia.

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"Les propuse hacerlo, no sabían quién era Chillida pero como guiño local y nacional me gustó y gráficamente funciona muy bien", señala el artista, quien asegura que la serie está repleta de esas pequeñas referencias. "Lo único que me echa para atrás es el departamento legal. Son halcones", bromea Martínez.

La serie plantea, desde los "toques apocalípticos y de terror existencial" una experiencia en la que el confinamiento y la pandemia también tienen un protagonismo clave.

Aunque la historia "estaba pensada antes de la pandemia", ya que el creador James Tynion IV ya la tenía esbozada antes de 2020, "sí que recoge muchas cosas" de la experiencia del confinamiento, señala a Efe Martínez.

Parte de ello se debe a que la serie comenzó a desarrollarse en abril de 2020, cuando los tres autores comenzaron con un "toma y daca" de propuestas para ir construyendo la historia. "Fue una cosa entre tres aunque el germen es de Tynion", apunta Martínez.

"No íbamos a poder evitar que la gente pensara en el confinamiento, así que decidimos meter elementos muy reconocibles", dice el dibujante, quien subraya que la covid-19 "no es la esencia de la historia".

LOS DIBUJANTES ESPAÑOLES, EN LA CÚSPIDE

La nominación a los premios Eisner de Álvaro Martínez Bueno es un ejemplo de la fuerza que los dibujantes españoles está teniendo en las editoriales estadounidenses. "Estamos en la cúspide", dice el autor.

"Somos la potencia mundial, al menos en cuanto superhéroes", afirma el dibujante, quien apunta que en el Estado español hay "mucho talento" y los artistas están influenciados por estilos de muchos países.

"El que dibuja a la Patrulla X es español, el de Batman es español, el de la Liga de Justicia es español (...)", enumera el artista.

Martínez opina también que esta abundancia de artistas en esas editoriales se debe a que "no hay una industria potente" del cómic en España y "tienen que emigrar". "Es una mezcla entre talento y necesidad", resume.

"Me da la impresión que el proceso es: me mola, me voy fuera", reflexiona el autor, quien admite que "admira" a los que hacen carrera en España.

Según esboza, la realidad de muchos dibujantes es "intentar sacar un álbum al año perdiendo dinero", aunque, por otra parte, apunta que al emigrar "vamos llevando la bandera" y afirma que en Estados Unidos "están muy cotizados".