OE Oficina, una entidad que se encarga de “recuperar el patrimonio musical vasco”, sigue avanzando en su labor de “difundir la música clásica vasca por todo el mundo” este 2022, con nuevas incorporaciones a su catálogo y la producción de distintos conciertos.

Sus proyectos para el año actual se han presentado este miércoles en el Centro Cultural Koldo Mitxelena de Donostia, en un acto donde han participado el impulsor de la actividad, el músico Josu Okiñena; el presidente de la Confederación de Coros del País Vasco, Enrique Azurza; la violinista y profesora de Musikene, Lyana Gourdjia; y el consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria. Asimismo, también estuvo presente el capuchino Koldo Saragüeta.

Las líneas de trabajo de OE Oficina son tres, tal y como explicó Okiñena. Por un lado, la edición de partituras a partir “manuscritos originales” de los autores; por otro, grabaciones de las piezas y posterior publicación de discos; y, por último, la producción de conciertos.

En lo que a partituras se refiere, este año han recuperado diez documentos, entre los que Okiñena ha destacado la primera y tercera rapsodia de Akelarre, de Pascual Aldave, y Te Deum, Medievalesca y AkelarreTe DeumMedievalescaGabon Kantak. De esta última, dos canciones han sido seleccionadas para el Festival de Coros de Tolosa.

También se han publicado dos CDs a partir de las grabaciones realizadas a partir de la música recuperada de los archivos; Xarmak, con Gourdjia al violín, y XarmakAita Donostia Songs. Ambas creaciones han ido acompañadas por el sonido del piano de Okiñena.

Gourdjia ha afirmado tener “mucha suerte” por haber descubierto “un repertorio tan bonito para violín y piano”, al tiempo que ha destacado la importancia de “buscar”, en su rol de profesora, “obras, que no son las mismas de siempre”, para ampliar el conocimiento de su alumnado. Ha calificado el disco grabado como “un viaje muy especial”, en el que varias piezas se han tenido que quedar en el camino, porque “no hemos podido grabar todo en 70 minutos”.

De cara a las actuaciones en vivo, son dos los ciclos que tendrán lugar durante los próximos meses. Por un lado, la tercera edición de Batura Zikloa, donde la música vasca “objeto de recuperación” confluye con repertorio internacional, en forma de pequeños recitales. Este año, se espera llegar a la veintena de conciertos, entre los que algunos tendrán lugar hasta al otro lado del Océano Atlántico, en Québec.

Batura siempre tiene un tema como hilo conductor, que esta vez será Mujer y música vasca. Por tanto, se centrará en compositoras vascas de diversas épocas, tanto pasadas como la actual.

El segundo festival será el Ciclo de Compositores Capuchinos, que también celebrará su tercera edición y se desarrollará entre 2022 y 2023 en distintos puntos de la península. Okiñena ha querido incidir en la “muy buena” trayectoria de este ciclo, que ha tenido una acogida “excepcional” en ediciones anteriores y ha querido recordar que tres de los compositores capuchinos de renombre son euskaldunes: Aita Donostia, Lorenzo Ondarra e Hilario Olazaran de Estella.

Entre las iniciativas futuras, Okiñena ha hecho especial hincapié en Hegalak, un proyecto “muy innovador”, del que no ha querido “avanzar muchas cosas todavía”, pero si ha dado un par de pinceladas, como que aunará música vasca con danza clásica y que “está coreografiada para ser danzada”.

Asimismo, desde OE Oficina siguen trabajando para el conmemorar en 2024 el centenario del nacimiento del compositor Pascual Aldave. Con las dos partituras editadas en 2022, la obra Akelarre ya se encuentra lista en su totalidad y podrá ser “programada” y difundida”Akelarre en esa fecha tan señalada. “Nos parece muy importante a dos años vista tener los materiales preparados para su inclusión”, ha apuntado Okiñena; y más Akelarre, “la obra cúspide” de Aldave, según este músico donostiarra.

Azurza ha querido mostrar su apoyo a Okiñena en su labor de “recuperación del patrimonio coral vasco” y ha manifestado que “una sociedad no es más culta porque organice mejores festivales o porque traiga a las mejores orquestas del mundo”, sino que “la sociedad más culta es aquella que ama más su patrimonio”.

OE Oficina cuenta con subvención económico del departamento dirigido por Zupiria, al que Okiñena ha agradecido ese sostén. “Estamos hablando de memoria viva. Y de transmisión. Este proyecto trae los tesoros musicales escondidos y silenciosos a la plaza de la cultura”, ha apuntado a su vez el consejero vasco de Cultura y Política Lingüística