El madrileño Bruno Miguez es uno de esos numerosos estudiantes que cada curso llegan a Musikene atraídos por sus profesores y acaban asombrados por sus instalaciones y oferta cultural. "Musikene ha supuesto un cambio de vida en mis estudios", asegura este joven de 27 años que tras estudiar percusión continúa ligado al centro con un Máster.

"A la hora de seleccionar Musikene me guié por los profesores y fue allí cuando descubrí todo lo demás", señala Miguez, en cuya opinión el material y las instalaciones con las que cuenta el Centro Superior de Música de Euskadi no son comparables a otras escuelas de Madrid. "Decidí marcharme también porque el nivel aquí es más bajo", asegura.

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El grado de satisfacción del joven con Musikene es tal que, tras graduarse en percusión continúa formándose en la materia en el mismo espacio con un Máster. "Decidí continuar con ellos y seguir progresando en mi formación", indica, al tiempo que no descarta buscar una vía en el futuro como profesor del centro si no encuentra plaza fija en una orquesta.

Hasta entonces, Miguez seguirá, por lo menos, dos años más ligados a la escuela, pero no solo a nivel formativo, ya que ser alumno de Musikene le ha abierto las puertas profesionales. "Estar en contacto con otros músicos es muy enriquecedor y surgen diferentes proyectos para tocar en directo", explica, horas antes de actuar en Madrid, precisamente, con una orquesta guipuzcoana. "Son oportunidades que no tienes en todas las escuelas y que no se pueden desaprovechar", concluye.