ue en noviembre de 2019 el último congreso en el que pudo participar José Ángel Ascunce (Donostia, 1946-2020). Se cumplían 80 años del final de la Guerra Civil y en aquellas jornadas se retomaban algunas de las aportaciones fundamentales de los republicanos represaliados. José Ángel estaba ya gravemente enfermo y solo acudía a algunas de las actividades. Con su habitual sonrisa, seguía las distintas intervenciones y, después, se retiraba temprano. No podía más. Pocos meses después, acorralado por el cáncer, falleció.

Tarde, porque la pandemia no nos ha permitido hacerlo antes con un mínimo de dignidad, queremos rendirle su merecido homenaje. Y vamos a recordarlo a la manera que a él le gustaba, poniendo en marcha el XVII Congreso Internacional sobre el Exilio. Del 17 al 19 de noviembre, especialistas de universidades europeas y americanas analizarán algunos de los mitos que acompañaron a las exiliadas y exiliados republicanos de 1936. Contaremos con figuras de la talla de Manuel Aznar, Arantzazu Ametzaga, José María Naharro-Calderón o Anastasia Shamarina, entre otros. Los nombres de Lope de Aguirre, de Federico García Lorca, Cecilia, G. de Guilarte o Pablo Neruda salpicarán estas jornadas. Pero, sobre todo, hemos querido destacar un mito, el del Quijote, debido a la importancia que tuvo dicho personaje en el exilio y, a la vez, porque fue uno de los grandes campos de estudio de José Ángel, junto con la poesía y sociología contemporánea o el citado tema del exilio.

Este será nuestro homenaje a quien fuera gran profesor de humanidades, ese campo de estudio que, por desgracia, no se valora demasiado en este país volcado en la producción material. José Ángel Ascunce, por encima de su labor de especialista y escritor, fue un gran profesor volcado en transmitir el ansia de conocer e investigar. Pocos enseñantes habrán llevado al campo de la investigación a tantos y tantas alumnas, hombres y mujeres que, ahora mismo, trabajan en universidades y escuelas de todo el mundo. A diferencia de los libros y publicaciones, de los artículos de prensa, es esta una herencia muy difícil de medir pero que constituye una de las mayores aportaciones de este donostiarra incansable.

Sabemos que, durante estos días, José Ángel volverá a estar con nosotros. Se sentará cerca de la mesa, sin llamar demasiado la atención, sonriendo siempre, siguiendo las ponencias, afirmando a veces con la cabeza, tomando algún apunte, un nombre que no conocía, una obra que se le hubiera escapado, alguien a quien llamar para pedirle otra colaboración. Jose Ángel, el humanista, el escritor, el editor e impulsor de proyectos que parecían imposibles, volverá a participar en otro congreso. Estará, de nuevo, con nosotros, él mismo convertido ya en mito. Te echamos en falta, Josean.

Mónica Buxeda, Iosu Chueca, Mari Carmen Gil, Rebeca Gómez, Ana Mary Ruiz, María Luisa San Miguel y José Ramón Zabala