La lotería se siente este año más cerca de casa; al menos, el anuncio. Y es que el corazón de Baztan, más concretamente Elizondo, ha sido el lugar escogido para grabarlo, en medio del secretismo y misterio que tradicionalmente envuelven todo el proceso. ¿Los responsables en 2021 de una de las publicidades más esperadas? Los directores guipuzcoanos Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga.

La historia, de minuto y medio de duración, narra un "cuento no-cuento", tal como lo define Garaño a este periódico, sobre un pueblo en el que sus habitantes se van regalando de manera anónima un décimo que finalmente resulta el ganador del sorteo. Un reflejo de convivencia e identidad colectiva en el que se denota la importancia de alegrarse del bien ajeno y que las buenas noticias, compartidas, saben mejor.

El proyecto surgió, en cierta manera, hace unos años. Según cuenta Garaño, la productora publicitaria madrileña Lobo Kane se puso en contacto con ellos, a raíz de haber visto Handia; "hubo opción de hacer algo", pero al final no cuajó. Sin embargo, tiempo más tarde coincidieron en el festival de cortos Umorea labur de Arrigorriaga, tras lo cual, su relación se "afianzó más" y meses más tarde propusieron a estos tres guipuzcoanos ser algo así como sus "representantes" a la hora de crear publicidad. Ellos aceptaron, siempre teniendo presente la carga de trabajo que pudieran tener de otros proyectos. "Eva de Lera, una de las fundadoras de la productora, nos decía seguro que con vosotros hacemos algún año el anuncio de la Lotería, y acertó", rememora Garaño.

El proceso para dirigir este spot navideño tiene su aquel. La agencia de publicidad que lleva a Loterías del Estado ofrece a tres productoras publicitarias la opción de poder presentar un proyecto. Este año, una de ellas fue Lobo Kane y decidió participar en este concurso con Garaño, Arregi y Goenaga, que fueron finalmente los elegidos.

Desde que les propusieron tomar parte en esa carrera, hasta que empezaron a grabar, apenas pasó mes y medio. A primeros de septiembre les llegó la propuesta y a mediados de octubre ya estaban en Elizondo. Como anécdota, se enteraron que eran los ganadores en pleno Zinemaldia; "lo recuerdo, porque estábamos en una reunión y recibí un mensaje de Eva, diciendo que nos habían dado el anuncio", narra Garaño.

Pero, ¿por qué Baztan?, ¿por qué Elizondo? Necesitaban un pueblo de alrededor de 4.000 habitantes, en que se pudiera retratar "un sentido de comunidad", necesario para narrar la historia. La propuesta de esta localización vino por parte de los tres directores, pero a los de la agencia de publicidad "les gustó". Además, Garaño relata que este enclave navarro les ofrecía otras dos realidades "muy importantes" para el spot. Por un lado "la uniformización" de las casas, todas de un estilo similar, lo que les beneficiaba a la hora de crear ese ambiente armonioso estéticamente. Y, por otra parte, la belleza; "Baztan tiene algo especial. Es una zona que nos gusta y que nos parece muy fotogénica", manifiesta Garaño.

La grabación fue "muy sencilla", sin "demasiados problemas". El único aspecto algo más complejo fue el hecho de necesitar nieve ante las cámaras. Esto suele requerir de "mucha maquinaria", pero el de Astigarraga reitera la "suerte" que han tenido y pone en valor la labor realizada por las dos empresas encargadas de recrear esos copos blancos, Drama FX y Metropolitana. La primera es la compañía donostiarra, ganadora de dos Goyas (con Handia y Akelarre), encargada de la "nieve física", la que se ve en primer término cuando el elenco interactúa entre sí. La segunda, la que ha creado de manera digital la que se ve de fondo, en los tejados y las montañas.

Eso sí, se ha rodado con el halo de misterio habitual de este anuncio. "La agencia, la productora y el cliente le dan mucha importancia", confirma Garaño, por lo que accedieron a guardar la incógnita y "no se lo dijimos a nadie". Tal fue el secretismo, que en el pueblo no tenían ni idea de a qué se debía todo el revuelo. Elementos como los árboles y las luces les indicaban que pudiera ser algo navideño, pero no terminaban de acertar de qué se trataba. Hasta en las claquetas y los papeles que llevaba consigo el equipo ponía Turrones, para jugar "al despiste y que nadie que observara pudiera descubrirlo. "Jose Mari tiene un amigo de Elizondo y le mandaba mensajes diciendo hay un juego en el pueblo, se preguntan de qué trata el anuncio. Algunos dicen que Freixenet, otros que es la Lotería y otros también que es de turrones", cuenta divertido Garaño.

El resultado, este "cuento no-cuento" con toques "costumbristas" y referencias a filmes con "matices de cuento". El mismo tipo de matices que han querido conseguir a través de la estética, la imagen, la escenografía y la elección de los actores y las actrices. "Todos nuestros esfuerzos han ido a eso", concluye Garaño, "a darle un toque de cuento a todo".