Va a ser un concierto especial porque presentan el disco con parte de los amigos que han reunido.

-Sí. Se trata de defender un segundo disco que para nosotros ha sido muy importante y para el que nos hemos querido rodear de nuestra gente. Estarán Omar González, Urko, Iker Lauroba, los dantzaris Soledad Ruz y Aritz Salamanca... va a pasar de todo en el espectáculo. Nos hemos rodeado muy bien para que salga todo bonito.

Cualquiera diría que es más un grandes éxitos que un segundo disco.

-Así es. Hemos combinado algunas versiones con otros temas nuestros porque lo que queríamos era colaborar. Después de sacar el primer trabajo hemos estado muy arropados. Estamos encantados de cómo nos ha tratado gente como Ketama o el Tío Paco, que no han tenido dudas de estar con nosotros en el disco. Ha sido una oportunidad que solo pasa una vez. Estamos deseando poder mostrarlo en el Victoria Eugenia.

Llega el concierto en el mejor momento, con el aforo al completo y sin casi restricciones.

-Teníamos muchas ganas de que terminase todo esto y parece que, poco a poco, vamos saliendo. Para nosotros es una alegría ver los teatros llenos y que no se acabe el mundo porque hay cuatro personas de pie bailando. Ha sido una época muy mala para todo el mundo, pero en especial para la música y la cultura.

Ha comentado la colaboración con Ketama, creo que todo un sueño para usted.

-Ketama me ha acompañado durante toda mi vida y ha sido la banda sonora de mi infancia, mi adolescencia y mi madurez. Estar con ellos es un sueño cumplido, aunque, sinceramente, nunca creí que sería posible tocar juntos y llegar a la relación de amistad que tenemos hoy en día.

¿Cuánto queda del Sonakay de ‘Got talent’?

-Queda todo. Lo que pasa es que nos ponemos rectos y una camisa cuando la gente nos ve, pero seguimos siendo los mismos salvajes que aparecieron allí ese día.

Pero sí habrán notado un cambio ya solo por repercusión. Pasar de un concurso de televisión a tocar con Ketama no es igual.

-Claro. Las muestras de cariño no te cambian, pero si te hacen darte cuenta de que estas en el foco y que el trabajo que tú haces se escucha. Pero no es más que eso. Cada vez que nos paran o quieren hacerse una fotografía lo cogemos agradecidos, pero nuestra vida no ha cambiado. El ritmo se ha acelerado porque estamos muchas horas al teléfono o juntos y los ensayos no son tan cortos, pero por lo demás nada más.

Volviendo al disco, hay una versión de Leonard Cohen y otra de Urko, lo que pone en evidencia sus referentes.

-Urko forma parte de la familia. Nuestros abuelos estuvieron con él en la ikastola y ya teníamos un vínculo especial. Según salimos de Got talent nos escribió una carta súper emotiva dándonos consejos, por lo que queríamos invitarle. Y lo de Leonard Cohen viene por Morente, o más bien por Lorca. Nosotros somos muy lorquianos y la conexión que hay entre Lorca, Morente y Cohen es abismal. Esta versión sale en el 20 aniversario de Omega, que hizo Morente con Lagartija Nick, y nos quedamos enamorados de ella. La hacemos además con María Berasarte, que tiene una tonalidad y un timbre que le venían como anillo al dedo.

Otra versión reciente suya, que no tiene nada que ver, es la del himno de la Real.

-Para nosotros fue un sentimiento más que una experiencia. Poder estar en el estadio representando a tu equipo y a tu ciudad y salir campeón fue alucinante, y también el cambio de edad de la gente que te sigue. Los niños antes no nos paraban por la calle y ahora nos conocen a la legua diciendo que somos los del Txori (risas).

Menciona el sentimiento, tan necesario en el flamenco.

-Es lo que es la música. El flamenco es, sobre todo, transmisión. Poder transmitir tristeza, pena, alegría, amargura... lo que tú quieras, pero poder transmitir.

Ello queda muy bien reflejado en el disco con dos canciones propias como ‘Utrerako espetxea’.

-Al final hay que dar de todo al público. No queríamos hacer un disco de versiones porque teníamos ya temas propios hechos. Eran tan bonitas que nos daba mucha pena dejarlas fuera.

¿El mismo espectáculo en el Victoria Eugenia se podrá ver en otros lugares?

-Sí, la idea es seguir con el mismo proyecto en muchos sitios porque hemos trabajado mucho en él y creemos que merece la pena. A la gente que no le guste el flamenco nos puede dar una oportunidad viniendo a vernos y empapándose en primera persona de lo que queremos hacer. Y la gente a la que ya le gustamos creo que les sorprenderemos.