- Maia Apaolaza sintió su vocación por la moda desde muy pequeña. “Tenía muchas aspiraciones; desde los catorce años hago patronaje y tenía claro que quería terminar trabajando en París para un gran diseñador”, relata esta donostiarra.

Tras una década de experiencia en diversas áreas de la moda, como el prêt-à-porter, la alta costura, los diseños para novias, el fast fashion o diseño de vestuario, que le llevaron por ciudades como Madrid o Londres, se dio cuenta de que “no encontraba en la industria un sitio que estuviese en línea con mis ideales y con mis capacidades técnicas. Yo creía que las cosas se tenían que hacer mejor”, afirma, Apaolaza. Así empezó a surgir el proyecto Laza.

La diseñadora se incorporó a Kutxa Kultur en marzo de 2019, instigada por Oihane Pardo, amiga “de toda la vida” que “me animaba mucho a venir, a crear mi propio proyecto”. Tras un año en la incubadora, se fue para empezar a crear un negocio por su cuenta con su marca, que está a punto de conseguir. A partir de octubre se dedicará “única y exclusivamente” a ello. Sin embargo, participa en el desfile, “apoyando a mis excompañeras como vestidora”, coordinando los cambios, las modelos y la ropa.

Laza Clothing tiene como eje la sostenibilidad. Además de que sus prendas parten del tejido cupro, que se crea con celulosa reciclada, Apaolaza crea sus modelos con el objetivo de que sean multifuncionales, “que sean tanto para el día a día como para un evento y que tengan siempre ese toque de tendencia, pero a la vez de fondo de armario”.

Sus colecciones -la tercera está a punto de salir-, son para esta diseñadora una especie de “terapia personal”. La primera fue un homenaje a su abuela, fallecida recientemente; la segunda, un homenaje y a la vez crítica a su yo de la infancia, la que se inspiraba en las barbies. Y la última se basa en su viaje personal de vuelta a Donostia, tras años fuera. Una vuelta a los orígenes.