Ad Maiorem Dei Gloriam, es decir, "a mayor gloria de Dios", es el título que la agrupación Tetraphilla Esemble ha seleccionado para el programa que desarrollará este jueves en el Santuario de Loiola en Azpeitia y que tendrá como protagonista, precisamente, al autor de esa cita: San Ignacio de Loiola.

El programa fue presentado este miércoles por tres de los componentes de esta peculiar agrupación que mezcla cuatro voces, una flauta de pico y un acordeón mesotónico, y por el exdirector de la Quincena Musical, José Antonio Echenique, que ha recordado que el espectáculo de esta tarde es un encargo expreso del festival que se enmarca dentro de su aportación a la ruta ignaciana que tenía que haber acabado este año en Arantzazu y que conmemora los cinco siglos que han pasado desde la revelación de San Ignacio, su paso de militar a hombre de fe. No obstante, la pandemia lo ha impedido y será el año que viene cuando concluya este peregrinaje musical, coincidiendo con el 500 aniversario del inicio del peregrinaje de San Ignacio hacia Jerusalem.

Tetraphilla Esemble, compuesto por Ander Tellería -acordeón mesotónico-, Anna Margules -flauta de pico-, Vanesa García -soprano-, Elena Ruiz -mezzosoprano-, César Polo -tenor- y Jorge Apodaca -bajo-, transportarán al público que se acerque hasta Azpeitia a pleno siglo XVI. No en vano, según ha explicado Tellería, las piezas que han seleccionado para este programa son coetáneas a la iluminación del fundador de la Compañía de Jesús. Aún más, el acordeón de este músico ayudará en ello. Se trata de un instrumento en el que lleva varios años profundizando y que permite una afinación mesotónica, es decir, propia del Renacimiento.

El líder de Tetraphilla Esemble era un profano en la historia de Iñigo López de Loiola. No obstante, tras un proceso de investigación tanto de su figura -ha consultado su autobiografía, entre otros documentos escritos por su puño- como de la música de la época, ha conformado un programa que repasa la vida de este religioso. Para ello han seleccionado obras de grandes maestros europeos de la época, sin dejar a un lado a compositores locales. Así, para simbolizar el nacimiento de este guipuzcoano, el concierto comenzará con las nanas Haurtxo txikia negarrez dago y Dos Ánades, de Juan de Anchieta. Su etapa como soldado se representará con La guerre, de Clement Janequin. Pelegria Naizela servirá para evocar su decisión de consagrarse como peregrino y a partir de ahí, se interpretarán obras que hacen referencia a sus viajes, desde Mille Regretz de Josquin des Prez al Llibre Vermell de Montserrat o Quanta Belta de Jacques Arcadelt, entre otros.

La única composición que forma parte del programa de hoy y que no es del siglo XVI, es una canción compuesta por Antton Valverde, con letra de Lauaxeta, adaptada para acordeón mesotónico y para barítono. Se trata de Amaiur, una crónica de la conquista del castillo por parte de las fuerzas invasoras castellanas en 1522. A esta facción pertenecía Iñigo, que defendió Iruña ante las tropas de Enrique II, rey de Navarra, en su intento de expulsar de sus tierras a las invasores de Castilla. Un año antes de la capitulación en Amaiur, el 20 de mayo de 1521, Iñigo fue herido y transportado hasta su casa solar en Azpeitia. En su convalecencia, descubrió a Dios e hizo propósito de enmienda. Lo que resta, es historia.