na muestra heterogénea y multidisciplinar de 59 autores y 37 proyectos, que han sido desarrollados en el Espacio de Artistas de Tabakalera desde 2015 hasta nuestro días, arroja un balance notable, con obras de cierto interés sobre todo en el apartado de las artes plásticas (dibujo, pintura, fotografía, collage, escultura, instalación...), dejando de lado el espacio de los audiovisuales (sonido, videoinstalación, documental...), que creemos excede de nuestro cometido. Las obras aquí expuestas vuelven al lugar donde fueron creadas, y creemos que es un acierto, pues los procesos creativos son lentos, y el gran público quiere ver resultados del dinero público invertido en Tabakalera.

Llama la atención el carácter experimental, abierto y polisémico del campo de la escultura, con obras tan diversas y ricas como las de Javier Rodriguez-Curiel (Oviedo, 1978), cinetismo constructivo; Milena Russignol & Mikel Escobar (Quito, 1990/Arrasate, 1991), minimalismo vertical lírico; Cristina Mejías (Jerez de la Frontera, 1986), objetualismo enigmático; Ángela Milano & Julián Pacomio (Vitoria, 1987/ Mérida, 1986), extrañamiento objetual; Sahatsa Jaúregui & Julián Panadés (Itaparica, Brasil, 1984/Mallorca, 1981), objetual, erótica y lúdica, una de las más interesantes de la muestra.

En el campo de la pintura nos han interesado los dibujos-ceras sobre la piel de Mirari Echávarri (Iruñea, 1988); las cabezas expresionistas y las esculturas objetuales de Claudia Lorenzo (Logroño, 1988); las ilustraciones y dibujos de Nadia Barkarte & Ignacio García (Bilbao, 1980/ Madrid, 1987); los delicados dibujos sobre acetatos de Laura Maioz & Manu Muniategiandikoetxea; los fotorrelieves digitales de Julen García (Beasain, 1993); y los dibujos sobre el mundo del trabajo y las acuarelas surrealistas de Natalia Suárez & Gómez Selva.

En el apartado de los vídeos e instalaciones, encontramos más que en otros apartados un exceso de conceptualismo, reiteraciones, discursos herméticos y engolamientos que no sabemos a dónde conducen y que aburren. Estimable el vídeo-reflexión de Kristina Solomoukha & Paolo Codelupi (Kiev, 1970 /Singapur, 1974). Por último reseñar que la señalética de las obras no está clara en las salas, y se presta a confusiones en la autoría de las obras.