Un futuro cercano en el que la posverdad no se cuestiona porque es capaz, incluso, de modificar la realidad. Un futuro separado por un muro que divide a los adictos a una tecnología que escasea y a los neoluditas que han recuperado una aparente libertad. Un futuro en el que la salvación está en manos -en las patas- de abejas al borde de la extinción. Un futuro preapocalíptico, al filo de la navaja del colapso, en la que una serie de alienígenas se han instalado entre nosotros para recolectar las últimas semillas de una humanidad, que aún no sabe que va a desaparecer, y venderlas a buen precio una vez el homosapiens sea cosa del pasado. No hay nada más provechoso que invertir con información privilegiada o generar las condiciones para poder sacar tajada, el principio mismo de la especulación. Ann Nocenti (guion) y David Aja (ilustración) se embarcan con Semillas (Astiberri) en una historia shakesperiana de amor entre un hombrecillo verde y una humana dentro de la Sudáfrica de Distrito 9. Lo hacen, además, sin complejos. "Si hay alienígenas follándose a humanos, hay que contarlo" es la máxima ética con la que debe lidiar la protagonista de este cómic independiente: o revela la existencia de estos recolectores de semillas y, por lo tanto anuncia el fin de todo, o sacrifica el amor más puro que se halla, como siempre, en los márgenes de la sociedad y del mainstream.

Pese a lo aparentemente naif de la propuesta, la realidad es que Astiberri ha publicado uno de los indiscutibles del año. La profundidad y las múltiples capas de lectura suponen un verdadero reto. Parece que Nocenti y Aja hayan querido lanzar un desafío al proponer un puzzle al que, de inicio, le faltan piezas -hexagonales como en un panal, por supuesto-, y que solo se podrá completar mediante la Ley del Cierre de Gestalt.

La hipótesis de la desaparición de las abejas como primera señal del fin del mundo fue tratada hace medio siglo en el ensayo Primavera silenciosa, de Rachel Carlson, y más recientemente lo ha sido en ficciones literarias -La historia de las abejas, de Maja Lunde- y televisivas -lo abordó Russel T. Davis en la remozada versión de Doctor Who-. Ahora, The Seeds permite al lector abrazar el lado más simbólico, la metáfora sobre el trabajo colectivo de unos seres que siempre saben volver al hogar, donde se sienten fuertes, donde encuentran su sentido, frente al individualismo que abraza tecnofília. No obstante, el clickbait obliga a que lo llamativo se deshaga de lo importante, que las alertas que siempre estuvieron ahí sean notas a pie de página de un libro de historia sobre una civilización extinta. El fondo y la forma se subliman en una edición exquisita de Astiberri, impresa en papel poroso que, junto al bitono verde oliva, transmite una sensación de libro de viejo, ajado, de un planeta caduco, que torna a su fin sin himenópteros que lo polinicen.

La guionista estadounidense y el ilustrador vallisoletano comenzaron a publicar esta narración en 2018. No obstante, la serie no concluyó hasta 2020 tras un parón motivado por la abarrotada agenda creativa de sus autores vinculada a casas tan reconocibles como Marvel -no en vano, ambos coincidieron por primera vez en Daredevil allá por finales de la primera década de este siglo- y por el covid-19.

Este trabajo supone la evolución de un proyecto previo, Scoop, una sátira sobre la posverdad centrada en medios sensacionalistas que tuvieron que abandonar cuando el trumpismo constituyó una realidad tangible para con la que no querían resultar contestatarios. "No es un comentario sobre la actualidad, es una especulación creada hace años sobre un futuro cercano imaginado". Por mucho que se hayan querido alejar de la alegoría y hayan abonado las semillas con neorromanticismo literario y ciencia ficción, es innegable que las simientes de esta novela gráfica en cuatro actos han echado raíces en una Estados Unidos rota por la economía, la política, la raza y las fakes news, y decidida a abandonar el Acuerdo de París. En este sentido, es imposible no pensar en nuestro propio colapso y tocarse la cara cubierta al ver las máscaras de gas dibujadas por Aja y que también remiten a la obra de Mike Mignola -como también lo hacen esas urracas parlanchinas, que suponen también un eco distante de Blade Runner-. Y es que las distopías cada vez se cumplen antes.

Semillas

Original: The Seeds 1-4 USA (Berger Books, Dark Horse). Autores: Ann Nocenti (guion) y David Aja (ilustración). Editorial: Astiberri. Colección: Sillón Orejero. Edición: Rústica con solapas. Páginas: 128. Color: Bitono. Precio: 15 euros.