Victoria Abril irrumpió en el escenario entre aplausos y sin mascarilla. Llevaba escrito el discurso, porque “no está el patio para ruidos”. Tras pedir perdón a quienes se sintieran ofendidos por sus declaraciones sobre el coronavirus y las vacunas recordó a sus “tres ases”: los directores Pedro Almodóvar, Agustín Díaz Yanes y Vicente Aranda. “Este premio es un salvavidas. Durante aquellos años oscuros de la dictadura, el cine y su luz me salvaron la vida y han hecho de mí lo que soy”, valoró.