- El escritor Bernardo Atxaga homenajea en su último libro infantil, Ata Pank eta Ate Punky, al cine cómico de su infancia y de su adolescencia, en el que era fundamental “el gag, una de las maravillas del arte”, según defendió ayer en la presentación en Bilbao.

“Nos reíamos mucho con las puertas batientes de Charlot, o con las caídas de Buster Keaton. Creo que el gag, la comicidad y ese tipo de humor están muy cerca de la poesía”, declaró.

Atxaga explicó que en el libro hay una “reivindicación de la risa”, pero de la llamada en euskera “barre txikia” -“la pequeña risa, no la carcajada escandalosa”, matizó-, que cree que causará en el público infantil. “Me parece que la risa ayuda a vivir, al menos a mí me ayuda mucho”, confesó el escritor de Asteasu.

Dos patos “punkies” cuya ilusión principal es ir al zoológico a molestar al león es el punto de partida de Ata Pank eta Ate Punky, que cuenta con ilustraciones del dibujante Mikel Valverde.

“Fuimos vecinos, somos amigos y ya hicimos los libros de Xola, así que para nosotros trabajar juntos es fácil, porque nos podemos llamar a cualquier hora del día y estamos en contacto permanente”, explicó Atxaga, para quien esa unión se plasma en el nuevo libro, pues “lo que se ve en las ilustraciones es lo que se va a ver en el texto y al revés”. Valverde incidió en esa misma idea: “Hay una unidad, todo fluye, ilustración y texto se conjugan”.

Atxaga adelantó que ambos quieren que las aventuras de Ata Pank y Ate Punky se conviertan en una serie, y que incluso la tercera historia ya está “perfilada”.

“Al contrario que sucede con otras piezas, como las teatrales, en las que hay un sufrimiento y un esfuerzo casi físico, escribir para niños es divertido, es tranquilo y es una gozada. Yo disfruto muchísimo”, se sinceró.

El autor de otras obras infantiles de referencia como Banbulo agradeció haber contado con un gran número de lectores desde sus inicios, y seguir manteniéndolos ahora. “Me siento acompañado y afortunado”, si bien consideró que también ha intervenido el factor suerte. “Antes creía que no existía, pero cada vez estoy más convencido de que existe la suerte. A veces, una opinión de alguien en un momento concreto hace que te publiquen un libro. Eso es así”, concluyó.