- Su pasaporte irlandés y su experiencia en adaptaciones literarias, desde Shakespeare a la Cenicienta, convertían a Kenneth Branagh en el candidato ideal para dirigir Artemis Fowl, la nueva película juvenil y fantástica de Disney que se estrena directamente hoy en su plataforma.

“Ser irlandés implica aceptar la posibilidad de que la magia exista”, dijo a Efe el actor y director de películas como Mucho ruido y pocas nueces, Hamlet o Enrique V, por las que ha obtenido cinco nominaciones a los Óscar en distintas categorías. Aunque inicialmente estaba previsto su estreno en salas, la crisis del coronavirus ha llevado al gigante del entretenimiento a distribuir Artemis Fowl directamente a través de Disney+, ante la acumulación de títulos susceptibles de “canibalizarse” entre sí este verano.

Basada en una saga literaria del irlandés Eoin Colfer, Artemis Fowl aspira a ocupar el trono de Harry Potter gracias a su combinación de seres mitológicos, fantasía y misterio y con un protagonista de 12 años (Ferdia Shaw), heredero de una saga de maestros del crimen y cerebro privilegiado. En esta primera entrega, Artemis debe encontrar a su padre desaparecido (Colin Farrell) y para ello tendrá que infiltrarse en un mundo subterráneo de hadas, elfos y centauros comandado por una de las colaboradoras predilectas de Branagh, la veterana Judi Dench.

Oriundo de Belfast, donde se ha rodado la película, Branagh sostiene que los cuentos populares y las supersticiones han formado parte de su educación desde su infancia. “Mi primer recuerdo, tendría 7 u 8 años, es que me acababan de comprar unos zapatos nuevos y al llegar a casa los puse encima de la mesa. Mi madre vino corriendo desde la otra punta de la habitación y me dio un coscorrón, decía que poner los zapatos nuevos sobre la mesa haría caer una maldición sobre la casa”. Por otro lado, añade, su padre era un gran contador de historias. Los lugares donde Branagh ha rodado esta película y donde también se ubican muchos escenarios de la serie Juego de tronos, fueron los parajes de su infancia. “La calzada del gigante, el castillo de Dunluce... siempre que íbamos a pasear por allí mi padre me hablaba de los gigantes y los trolls que vivían debajo”, recuerda. “Y cuando voy en avión y sobrevuelo esos prados, suelo imaginar a mi padre contándome una historia”.

Artemis Fowl tenía que haber llegado a los cines el verano pasado, pero la absorción de Fox por parte de Disney obligó a replantear todo el calendario de estrenos. La nueva fecha elegida era mayo de 2020, pero entonces llegó el coronavirus. “Cuando acabe el confinamiento va a haber un atasco de películas, mucha competencia y teniendo en cuenta que ésta ya venía con retraso y que va dirigida a un público familiar, creo que en las actuales circunstancias Disney+ es el lugar perfecto para ella”, opina, sin negar que le encantaría que pudiera verse en pantalla grande.

Branagh, que en los 90 alumbró aclamadas películas independientes y más personales como Los amigos de Peter (1992) o En lo más crudo del crudo invierno (1995), parece cómodo en la liga de las superproducciones en la que lleva prácticamente instalado desde que dio el salto con Thor (2011). “Los recursos disponibles para hacer una película como esta, de magia, son muy atractivos, es muy tentador tener un gran presupuesto para poder plasmar en la pantalla Haven City (el mundo subterráneo de Artemis Fowl) exactamente como imaginas”, apunta.

Para este año, en el que celebrará -en diciembre- su 60 cumpleaños, tiene otros dos estrenos muy esperados: la adaptación de Muerte en el Nilo de Agatha Christie, que dirige e interpreta y de la que aún no se conoce fecha, y Tenet, la nueva película de Christopher Nolan, en la que el irlandés actúa y que Warner tiene previsto lanzar, en principio, a mediados de julio. “Si las tres películas en las que estoy implicado en 2020 consiguen estrenarse ya será un milagro para este año loco, supongo que ese es mi mayor deseo de cara a mi cumpleaños; en este momento en que la gente valora el entretenimiento más que nunca, si puedo contribuir a unas dos horas de alivio y diversión, encantado”.