ué hacer con películas de otra época y otro contexto que transmiten valores que no casan con los de la sociedad actual? Qué hacer, si es que hay que hacer algo.

La plataforma HBO anunció ayer que retiraría -aunque posteriormente matizó su decisión- la en su día oscarizada y desde hace tiempo polémica cinta, Lo que el viento se llevó, un día después de que John Ridley, guionista de 12 años de esclavitud, publicase un artículo en Los Ángeles Times en el que demandaba que la película se retirase, dado que el largometraje "glorifica" la esclavitud durante la Guerra de Secesión de EEUU, "ignora sus horrores y perpetúa los estereotipos más dolorosos para las personas de color". Tanto la carta como la decisión no pueden abstrarse el convulso momento social que vive la sociedad estadounidense tras la muerte de George Floyd y del movimiento Black Lives Matters.

HBO no es la única plataforma de VOD que en el último tiempo ha tomado la decisión de retirar algunos de sus contenidos más polémicos. Sin ir más lejos, esta misma semana la BBC y Netflix han eliminado la premiada comedia Little Britain (2003-2005) debido a su "blackface", práctica por la cual una persona blanca se maquilla para interpretar a un personaje negro.

La compañía del ratón Mickey, por su parte, también ha tenido la tentación de retocar obras como Dumbo (1941) e, incluso, decidió excluir del catálogo de Disney+ Canción del sur (1946), largometraje construido sobre estereotipos racistas y polémico desde su estreno.

El director de la Unidad de Cine de Donostia Kultura, Josemi Beltrán, lo tiene claro: "Más que censura ha sido una campaña de marketing", opinión que comparten la cineasta y profesora de la UPV/EHU, Iratxe Fresneda, y el crítico de cine y miembro del comité de selección del Zinemaldia, Quim Casas. El socio fundador de Filmin, Jaume Ripoll, opina que "el pasado hay que entenderlo y no borrarlo, hay que entender cada película en su contexto".

"¿Hay que esperar a que un policía le ponga la rodilla a un afroamericano y se muera para tomar estas decisiones? Hollywood siempre llega tarde a este tipo de cosas", comenta Casas que, a la vez, se confiesa extrañado por el hecho de que se haya elegido retirar la cinta protagonizada por Clark Gable, Leslie Howard, Olivia de Havilland y Hattie McDaniel, cuando hay películas más racistas: "Hay un punto de operación de marketing. Es un acto de cara a la galería, lo que me sorprende es que se haga con esta película, porque pienso que no es la más racista de la historia del cine".

El crítico de cine de El Periódico cita El nacimiento de una nación, de D. W. Griffith (1915), que se encuentra en la Biblioteca del Congreso de EEUU y en la que los héroes son miembros del Ku Klux Klan, cinta que no se ha retirado de ningún sitio. En este punto, Beltrán arguye que el motivo de haber elegido Lo que el viento se llevó es el de su iconicidad: "Aunque no la hayan visto, todo el mundo sabe cuál es".

En este sentido, comenta que podrían revisarse y cuestionarse cientos de películas de la historia del séptimo arte pero que pocas servirían para una "campaña de este tipo" que consigue "tanto impacto en las redes". "Son gestos que responden más a la publicidad que a la censura", explica Beltrán.

"Si hablamos de censura creativa, no solo habría que retirar Lo que el viento se llevó, acabaríamos con el 99% de las películas porque molestan a alguien", comenta Iratxe Fresneda, a la que desde el punto de vista de la investigación le resulta "interesante" analizar qué efectos y qué comentarios ha generado en la redes esta "operación de marketing de la HBO", algo que, por otra parte, recuerda "es muy viejo". Para llegar a mayores nichos, las marcas "asuman discursos en torno a la diversidad", algo que ya estudió en profundidad Naomi Klein en su obra No Logo; concretamente, en el capítulo titulado El patriarcado se hace funky. "Me parece francamente duro que HBO juegue con este tipo de situaciones; es una problemática muy seria como para hacer campañas de este tipo", afirma.

La doctora en Comunicación Audiovisual imparte en la UPV/EHU la asignatura Género, Imagen e Identidad y uno de los módulos tiene que ver con "el género, la raza y la clase", en el que todos los años analizan Lo que el viento se llevó. Reconoce que, a veces, se le hace "muy duro verla", pero es "lo que había en EEUU". "También se tiene que reivindicar como la vergüenza de un país que se sustenta sobre esas bases, también de una sociedad internacional, porque no escapamos del racismo tampoco por estos lares", añade."La vemos porque está muy vinculado a cómo en Estados Unidos se generan los grandes relatos que crean la gran identidad norteamericana, sobre qué bases se crean. En este caso, está muy claro que se asienta sobre unas estructuras racistas y xenófobas, además de machistas", apunta la experta, que agrega que es indispensable verla para poder analizarla en su totalidad, también su excelente factura técnica.

Dirigida por Victor Fleming, Lo que el viento se llevó se ambienta en una plantación de algodón del Sur de Estados Unidos. Ganó once Óscars, y entre las que lo levantaron se encontrabaHattie McDaniel, intérprete de Mammy, la sirviente de Scarlett O'Hara (Leigh). McDaniel fue la primera actriz negra en ganar el Óscar por esta película, todo un "avance social", recuerda Beltrán, para la época, en la que la segregación permanecía. La propia MacDaniel vivió en sus carnes esta contradicción: ganó el premio de la Academia en una gala en la que la relegaron al fondo de la sala, tal y como rescata la serie Hollywood, disponible en Netflix.

Los entrevistados también coinciden que retirar películas como Lo que el viento se llevó implica tratar al público "como menor de edad". "Todos somos mayores para saber leer en qué momento y en qué contexto se ha hecho cada obra artística y, lo más importante, no existe obligación de verla", explica Beltrán.

"¿El racismo de El nacimiento de una nación elimina el talento cinematográfico de Griffith? Probablemente no; pero para eso estamos nosotros para juzgarlo y para diferenciar el contenido del lenguaje", expone el director de la Unidad de Cine de Donostia Kultura, mientras que Ripoll añade que lo ideal sería hacer una sesión doble: ver El nacimiento de una nación y, posteriormente, Intolerancia, estrenada un año después, y con la que el propio Griffith quiso responder a los que le acusaban de racista -ambas se encuentran en el catálogo de Filmin-. "El ejemplo más claro de visionado crítico que uno puede hacer es ver estas dos películas seguidas. Ahí queda claro cómo un director se da cuenta del impacto que puede generar su obra, entiende otra realidad y rectifica", comenta Ripoll.

"No me gusta que me tomen por tonta, como no creo que le guste al resto de las personas", ríe Fresneda sobre lo que provocan decisiones como la de la HBO, "una infantilización de la audiencia" que elimina de facto la capacidad de sentido crítico del público que no puede llegar a juzgar una obra.

Para Ripoll "no se puede hacer como si esas películas no hubiesen existido", sino que lo que hay que hacer es ayudar al espectador a que entienda que eso ha existido y "por qué entonces se toleraba y ahora, afortunadamente, no". "Para hacer lecturas críticas no hay que tratar con condescendencia al espectador", comenta el responsable de Filmin, plataforma que hace unos meses inauguró una sección denominada The Filmin Times con la que defienden que "la historia de Europa se puede entender a través del cine".

El debate sobre la retirada o no de películas, discurre en paralelo del debate sobre la edición y modificación de largometrajes. Así, Disney intentó retirar a los personajes de los cuervos de Dumbo porque representan estereotipos racistas, si bien, finalmente, decidió acompañar la película con un cartel explicativo en el que avisa de que el contenido de la cinta del elefante que puede volar puede herir la sensibilidad de los espectadores -lo mismo que hará HBO con Lo que el viento se llevó-.

En otras coordenadas, Disney también ha saltado a la palestra por modificar Un, dos, tres... Splash, en la que Daryl Hannah interpreta a una sirena. La nueva edición de Disney ha hecho que se alargue digitalmente el cabello de Hannah para que le cubra el trasero en una escena en la que desnuda se zambulle en el mar.

Ripoll y Beltrán subrayan que esto no es una práctica nueva. No en vano, hasta prestigiosos han hecho caído en la tentación de matizar sus obras. Es el caso de Steven Spielberg, que aprovechó la reedición de ET por su 20º aniversario (2002) para hacer retoques digitales, entre los que se encontraba un polémico cambio: en la clásica escena en la que las bicis comienzan a volar para evitar al FBI, Spielberg sustituyó las armas de los agentes por walkie-talkies.

El problema, no obstante, llegaría si se consolidase un control de las películas por parte de las plataformas, en un contexto en el que el formato doméstico decae. Casas resta importancia a que HBO hubiese decidido retirar Lo que el viento se llevó, dado que seguiría estando accesible en mediatecas, se seguiría emitiendo por televisión y no ha sido retirada de la Biblioteca del Congreso de EEUU, entre otras: "No se han destruido las copias".

No obstante, Fresneda considera que un control de las grandes marcas sobre los audiovisuales puede resultar en un verdadero problema, más allá del caso concreto de lo ocurrido con Lo que el viento se llevó y otras obras. "Parece que si no estás en una plataforma, las películas no existen. Es una censura mucho más seria", comenta para después añadir que se tiene menos a tener reproductores de DVD o Bluray en casa y que esto hace que haya películas que "quedan fuera de todo" y que son muy difíciles de hallar.

"Decisiones como la de la HBO responden más a la publicidad que a la censura"

Director de la Unidad de Cine de Donostia

"Si hablamos de censura creativa, acabaríamos con el 99% de las películas porque molestan a alguien"

Cineasta y profesora de la UPV/EHU

"Es un acto de cara a la galería, lo que me extraña es que se haga con esta película; hay otras más racistas"

Crítico de cine y miembro del comité

"El pasado hay que entenderlo, no borrarlo; hay que ayudar al público a entender cada contexto"

Socio fundador de Filmin