- Arantza Orbegozo tenía, tiene, un amigo al que lleva en el corazón, José Luis Zumeta. El pintor del color, recientemente fallecido, se fue en pleno confinamiento sin que sus amigos pudieran organizar la despedida que hubieran deseado.

Orbegozo ha querido rendir su particular homenaje al artista pero, sobre todo, al amigo, de la forma que mejor sabe: dedicando horas de su confinamiento a trasladar la luz de Zumeta a un cuadro que ha pintado con gran cariño.

“Yo quería con locura a José Luis, era uno de mis mejores amigos. El día que murió me puse a pintar. Me dio un arrebato a las 23.00 y estuve sin parar hasta las 5.00 de la mañana para hacerle un retrato”, explica. Recuerda Orbegozo unas palabras de su amigo. “Solía decir: La gente cuando se muere cómo se ponen los de su alrededor, qué cosas dicen. Yo creo que cada uno debería escribir lo que quiere que digan de él. Yo quiero que de mí digan que preferiría estar en el bar”.

En el bar no pudo ser. Pero Arantza Orbegozo acudió a la puerta de la casa-molino de Zumeta a dejarle una copa de vino con un pincel dentro. Su homenaje particular con una frase escrita sobre el felpudo, No podía ser otra: Preferiría estar en el bar.