- La crisis provocada por el COVID-19 ha afectado con suspensiones o retrasos al 82,6% de las actividades culturales vascas previstas durante los meses de marzo, abril y mayo y dos tercios de los trabajadores del sector considera que las consecuencias serán graves o muy graves.

Así se desprende de las respuestas del cuestionario del Observatorio Vasco de la Cultura que han cumplimentado los profesionales del sector para conocer el impacto de la crisis, algunas de cuyas conclusiones provisionales dio a conocer ayer el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria.

El consejero compareció en la Diputación Permanente del Parlamento Vasco para recordar algunas de las medidas puestas en marcha para los ámbitos de su competencia: la cultura, el deporte y el euskera.

Además, adelantó que hasta la fecha se han presentado 562 solicitudes para acogerse a ERTE por parte de empresas de creación cultural, artísticas y espectáculos y otras 121 de actividades relacionadas con bibliotecas, archivos, museos y otras actividades culturales.

Según la encuesta, la mitad de las actividades culturales previstas se ha retrasado y una de la cada tres se ha suspendido. Además, la venta de libros y discos ha caído un 62,5%.

Una de las conclusiones de esta encuesta, en la que han participado 243 profesionales, es que han sido las empresas con menores ingresos las que están sufriendo un mayor impacto, lo que evidencia la “debilidad” de las pequeñas empresas culturales, señaló.

Otro dato es que el 44% ha mostrado su preocupación por la escasa capacidad que tienen para hacer frente a esta situación.

También se concluye que este sector ha recurrido de forma escasa a las medidas de apoyo institucionales puestas en marcha, una circunstancia sobre la que “habrá que reflexionar”, reconoció el consejero.

Zupiria recordó algunas de estas medidas impulsadas por el Ejecutivo vasco, como la línea dotada de 2,5 millones de euros para los profesionales del mundo de la cultura cuya actividad se ha visto cancelada o suspendida por el estado de alarma.

También se refirió al fondo de liquidez para autónomos y empresas, a través de Elkargi. Según los últimos datos, se han recibido 406 solicitudes de financiación en el fondo cultural y deportivo, y de momento se han aprobado 177 por valor de 8,5 millones de euros.

Explicó que el Gobierno Vasco está trabajando con otras instituiciones para la reprogramación cultural aunque precisó que la mayoría de eventos compete a los ayuntamientos, que son los que tienen que tomar las decisiones. En los próximos meses, añadió, hay que recuperar la oferta y el consumo cultural y resucitar el sector con determinados criterios.

El consejero también puso en valor la actitud de colaboración “modélica” con las comunidades que ha tenido el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez, para implementar medidas de apoyo al sector.

Sin embargo, reconoció la incertidumbre y la preocupación con la que se vive en el ámbito cultural, el deporte y el euskera.

En relación al euskera, señaló que la pandemia ha influido negativamente en la normalización de este idioma porque el confinamiento ha sacado a miles de niños de las escuelas, centros en los que para muchos es la única posibilidad de relacionarse en la lengua vasca.

No obstante, destacó la importancia que están teniendo los programas educativos audiovisuales en euskera en EITB y añadió que este año no se suspenderá la segunda edición de Euskaraldia.

Por último, reconoció que administraciones como la del Gobierno Vasco han “fallado” en su actividad comunicativa al no ser capaz de garantizar la igualdad lingüística.

Se han presentado 562 solicitudes para acogerse a ERTE de empresas de creación cultural y 121 de bibliotecas y museos

La venta de libros y discos ha caído un 62,5% y los creadores muestran su preocupación por la escasa capacidad para hacerle frente