s momento de no hacer nada, y como lo de no hacer nada me parece bien, he decidido aprovechar el tiempo del confinamiento para perder tiempo. Y para ello no hay nada mejor que hacer todo aquello que en el día a día no puedes hacer. En mi caso, tirar de plataformas. En menos de 24 horas mis datos personales forman parte de las bases de Netflix, Movistar+, HBO, Filmin y Amazon Prime Video. Un primer vistazo a sus catálogos infinitos y ya tengo una pequeña lista de películas, series y documentales que tengo que ver sí o sí estos días. Una segunda mirada hace que el número de producciones apuntadas se haya multiplicado por dos. Mi compañero de piso agarra la lista y dice: “¿En serio? ¿Y no vas a ver las 21 pelis de Studio Ghibli que ha subido Netflix, la serie de ETA de Movistar+ y los cinco estrenos que tiene esta semana Amazon?”. Bien, mi lista sigue creciendo y no me voy a aburrir. Un vistazo a las cuentas de Twitter que notifican nuevo contenido de las plataformas para no dejar escapar nada más y ya tengo cuatro páginas de lista. Uy, espera, que leo que RTVE también tiene una APP con pelis para ver (sumo tres más que estaban pendientes) y eLiburutegia ofrece su contenido online (cuento con once clásicos que ya debería haber visto). Vale, ahora ya sí, mi lista de siete páginas está preparada. Y ahora, ¿por cuál empiezo? Estas son muy largas y se me ha hecho tarde, las descarto. Esta, ¿en que plataforma estaba? Voy a mirar. Anda, esta no tenía apuntada. ¿A ver que más tienen de este director? ¿Y en las otras? Y así, las plataformas han hecho su función. Horas y horas de perder el tiempo mirando lo bonito que son sus interfaces. Nunca había sido tan rentable estar suscrito a algo. Bueno y como todavía no es hora de dormir, acabo el día viendo Cars, que me gusta. Eso sí, en dvd.