DONOSTIA - El Kursaal de Donostia terminó el pasado año con un nuevo récord al situar su volumen de negocio en 4,3 millones de euros, un 4 % más que en 2018, y afronta este ejercicio como "clave" para "determinar" de qué forma se ganan metros para este espacio cultural y de reuniones y congresos.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha admitido este lunes que se barajan "un par" de opciones acerca de la ampliación del Kursaal, un asunto sobre el que se ha hablado en más de una vez y que ahora se aborda como uno de los posibles retos del plan estratégico para el periodo 2020-2023, según ha indicado su director gerente, Iker Goikoetxea.

Ninguno de los dos, sin embargo, ha dado más detalles sobre la manera en que se acometería esa ampliación, que entra "dentro de la lógica de querer seguir creciendo", ha señalado Goikoetxea en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de la actividad de este palacio de congresos junto a Goia y al diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano.

"En estos momentos prefiero ser discreto. Sí puedo confirmar que el plan estratégico contempla la ampliación, pero no me atrevo a matizar de qué manera y en qué tiempos específicamente", ha dicho. Y el alcalde ha añadido: "Este año es clave para determinar eso y hasta ahí voy a leer por no desvelar más el misterio".

Las cifras de 2019 parecen apuntar hacia la necesidad de contar con más espacio si se tiene en cuenta, por ejemplo, que se ha incrementado el número de asistentes a los congresos un 25 % con relación al año anterior, con una media de 586 personas por cada uno de ellos.

El alcalde y el director gerente del Kursaal han señalado que, en el caso de las convenciones periódicas, sus organizadores les han asegurado que las ediciones celebradas en San Sebastián han atraído a más participantes que cuando han tenido lugar en otras ciudades. En 2019 otorgaron al palacio de congresos donostiarra una puntuación de 8,7 sobre 10, una décima más que en 2011 y 2018, años que tenían el récord de satisfacción de los clientes.

La actividad del Kursaal produjo en el ejercicio pasado un impacto económico de 52 millones de euros y cifró su superávit de tesorería en 1,2 millones de euros, un 1 % menos sobre el récord de 2018, lo que vuelve ha hacer "innecesarias" las aportaciones públicas por el gasto corriente y permitirá financiar el plan de inversiones, que incluye renovación de algunos elementos del edificio, como algunos suelos y techos, y mejoras tecnológicas.

De los 317 eventos que acogió, 6 más que el año anterior, 152 fueron conciertos y actividades del apartado cultural, que se mantuvieron, y 165 reuniones y asimilados, 6 más que en 2018.

El número de asistentes fue de 416.422, de los cuales 287.420 corresponden a cultura y 129.002 a reuniones en uno de los "mejores años congresuales", con un grado de ocupación media del 81,1 %, una décima más (0,1 %).

La programación cultural propia, la que organiza Kursaal Eszena, aumento un 14 % la asistencia y sumó 34.789 espectadores en 28 conciertos y espectáculos, en cinco de los cuales se agotaron las entradas: los de Izaro, Beirut, Vetusta Morla, Ludovico Einaudi y el Ballet Nacional de España.

Markel Olano, este año presidente del consejo de administración del Kursaal, ha destacado la gestión "eficiente y ejemplar" de este centro, así como su "creciente perfil internacional", ya que en 2019 un tercio de los congresos organizados tuvieron ese carácter.

"El Kursaal está viviendo un momento dulce, que conecta con los valores y el futuro de Gipuzkoa. Valores como la eficacia, la colaboración, la competitividad, la apertura al mundo y su contribución a la cultura de nuestro país, que hacen que sea una infraestructura clave en el territorio", ha subrayado.

Este espacio, que en 2019 celebró su 20 aniversario, afronta además "un nuevo reto" para los próximos cuatro años, el de la Presidencia de la Asociación de Palacios de Congresos de España (APCE).