Sueños que se hacen realidad... a cualquier precio. Ésa es la premisa que late en Fantasy Island, la adaptación cinematográfica de la mítica serie de televisión de los 70 y 80. La misteriosa isla donde se hacen realidad todos los sueña vuelve a emerger de la mano de Blumhouse, el estudio que ha producido exitosas películas del género de terror como Déjame Salir, Insidious o Paranormal Activity. “La idea de que todos tus deseos se hagan realidad, pero que acaben saliendo mal es carne de cañón de thriller”, explica el productor Jason Blum.

El filme viaja hasta una remota isla tropical, donde el enigmático Sr. Roarke convierte en realidad los deseos de sus afortunados invitados en una lujosa mansión. Pero cuando las fantasías se convierten en pesadillas, los huéspedes deberán resolver el misterio de la isla para poder escapar con vida.

“Espero que los espectadores disfruten viendo cómo se desarrollan estas fantasías oscuras como si la estuviesen orquestando ellos”, desea Jeff Wadlow, que ha dirigido y coescrito el proyecto. El director de Verdad o reto cuenta que no dudó en elegir a Michael Peña -La gran estafa americana, Crash- como el Sr. Roark, el epicentro de todos los sueños, ya que “es contemporáneo y atemporal al mismo tiempo”. Su personaje, a ratos divertido, a otros siniestro, guiará a sus invitados por una espiral de terror, en la que “los espectadores se preguntarán: ¿por qué hace eso? ¿está intentando que aprendan una dura lección?”. Su propia relación con la isla será otra incógnita, que los protagonistas deberán revelar si quieren salir con vida de la misma.

Cambiar decisiones del pasado, una vida de éxito, saldar deudas pendientes, reencontrarse con un familiar fallecido... Las fantasías de los invitados a la isla serán cercanas para el espectador. “Es una película que da miedo, pero también podemos sentirnos muy identificados”, apunta Austin Stowell, quien interpreta a uno de los invitados a la isla que luchará por sobrevivir a sus propios sueños. Porque como explica Wadlow, “todos nos planteamos cómo serían nuestras vidas si hubiésemos tomado otras decisiones”.

Rodaje en las islas Fiyi El rodaje de Fantasy Island fue, en cierta manera, un sueño hecho realidad para el equipo de producción ya que se llevó a cabo en Fiyi, las islas paradisiacas ubicadas en el Pacífico del Sur. “La belleza natural te dejaba sin palabras, sólo había que filmarlo”, recuerda Wadlow sobre un rodaje que fue de “cine de la vieja escuela”. Y es que siguiendo la premisa de la película, también mostró la cara oculta de hacer realidad una fantasía: “Vivíamos en un crucero y no teníamos comodidades modernas, como cobertura en los teléfonos o material de oficina....”.

Y como si de la vieja escuela se tratase, espera que la película haga justicia a la serie televisiva y la acerque asimismo a nuevas generaciones: “Cuando una gran historia deja de estar presenta en la conciencia popular es cuando llega el momento de hacer una nueva versión”, concluye. Y recuerda: “Ten cuidado con lo que sueñas”.