donostia - Las giras invernales de la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO) son un clásico ineludible, un tour que arrancó ayer en la capital alavesa para llegar hoy en la sala de cámara del Kursaal, y continuar después en Bilbao (Euskalduna) y Pamplona (Gayarre). En todos los casos, los recitales arrancan a las 20.00 horas, quedando todavía algo menos que un centenar de entradas disponibles (tiene un precio de diez euros).

Una única obra marca el repertorio que la agrupación va a ofrecer en esta ocasión Se trata de la Sinfonía nº 4, de Gustav Mahler, en la versión arreglada para conjunto de cámara por Klaus Simon. "La música es lírica y cercana, en cuanto al estilo, bien lejos de las composiciones más dramáticas que le preceden y suceden", explican desde la EGO.

"Las sinfonías de Mahler, además de grandes melodías, también están llenas de hermosos momentos de música de cámara. Esto ha inspirado, a lo largo de los años, a varios arregladores a sintetizar las monumentales estructuras sinfónicas de Mahler hasta las proporciones más íntimas de un pequeño conjunto de cámara. Este arreglo de Klaus Simon es uno de los más populares y destaca la intimidad de la música de Mahler al tiempo que internaliza el poder de los clímax", describe la agrupación, que va a contar con la colaboración de la joven soprano irundarra María Martin Campos para llevar a cabo el repertorio seleccionado.

Ganadora en dos ocasiones del primer premio en especialidad de canto en el Concurso de Jóvenes Intérpretes de Euskadi y del segundo galardón del concurso Intercentros Melómano de España, la intérprete tiene entre sus próximos proyectos su debut en el papel de Zerlina de la ópera Don Giovanni de Mozart.

Antes de ello va a tomar parte en esta gira invernal de la EGO, un nuevo paso dentro de la trayectoria de la formación dirigida por Juan José Ocón, quien en la concentración de Eibar previa a la realización de estos recitales, ha contando con la colaboración de diferentes profesionales procedentes de la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE), Musikene y el Liceu de Barcelona.

De esta forma, como viene haciendo durante más de dos décadas, la EGO busca seguir trabajando en ese gran objetivo que pasa por proporcionar, entre los jóvenes músicos "un cauce de formación musical orquestal alternativo, que complemente su instrucción previa al ejercicio de su profesión, promocione valores musicales entre nuestros jóvenes, y proyecte la cultura vasca a nivel nacional e internacional".