De cadetes
SUPONGO que a Samuel Sánchez se le hizo eterna la contrarreloj de ayer, pero yo me quedé con las ganas. Imagino que como cualquiera con un mínimo sentido del buen gusto. Una crono por equipos de 23 kilómetros no es una crono por equipos de verdad, como tampoco lo eran aquellas más largas en las que se aplicaba un factor corrector para que las diferencias no fueran demasiado amplias. Quizá fuera mejor aquello que lo de ayer, porque el espectáculo fue breve. Demasiado. Sin ir más lejos, el Campeonato de Gipuzkoa cadete de este año en Ordizia tendrá 23,5 kilómetros. El de juveniles, 35. Pues eso. Una crono de cadetes.
El Tour logró su primer propósito de que la jornada no fuera decisiva de cara a la general, pero no el segundo, el de preservar el espectáculo de una disciplina apasionante. Porque gran parte de la retransmisión televisiva se limitó a las cámaras fijas en la salida, los dos puntos intermedios y la meta. Eso sí, ya solo por ver reventar en directo -desde una en moto y otra en helicóptero- a Jens Voigt tras encontrarse con todo el aire de morros cuando Fabian Cancellara le cedió el relevo, mereció la pena la sentada ante el televisor.
A efectos clasificatorios, la contrarreloj de Les Essarts apenas aportó nada, salvo la victoria del Garmin-Cervélo y el glamour del campeón del mundo como líder de la carrera. Las siete primeras escuadras estuvieron en doce segundos, y las quince mejores, en un minuto. Igor González de Galdeano había vaticinado que todos los equipos estarían en un margen de 1:20, y atinó: 1:22 perdió su Euskaltel-Euskadi. Escuece más su última plaza por detrás de formaciones que no ven el podio ni de lejos.
Aunque, al final, lo que contabiliza es el tiempo cedido y no el puesto. Y esa pérdida también irrita, porque en solo dos días Samu está a más de dos minutos respecto al resto de aspirantes a la foto en los Campos Elíseos, y a casi uno de Contador. Los dos fueron los más perjudicados de la caída del sábado. Mala suerte, sí. Pero también hubo algo de mala colocación, porque ochenta corredores siguieron adelante. Y no queda otra que eso, seguir adelante y hacer frente a esa losa que siempre supone el tener que remontar.