Los parques acuáticos son sinónimo de diversión. Casi siempre. Si bien no es raro que mientras uno se sube en una de esas altas plataformas para tirarse desde un tobogán piense en si esa estructura estará bien segura y todas las enormes tuercas bien apretadas, las medidas de seguridad suelen ser importantes.

Pero nada es infalible y los accidentes suceden, aunque no son nada habituales. El Parque Kenjeran, en la localidad de Surabaya, en Java Oriental (Indonesia), ha vivido escenas de auténtico pánico al desplomarse un tobogán mientras estaba en funcionamiento y con muchos niños utilizándolo.

Según medios locales, 16 personas, muchas de ellas niños, cayeron al suelo desde una altura de diez metros tras hundirse el tobogán y tuvieron que ser trasladados al hospital, cuatro con lesiones de diversa gravedad y uno con traumatismo craneal, aunque por suerte no hay fallecidos.

En el vídeo que uno de los asistentes al parque acuático grabó se ve cómo el agua y las personas que se deslizaban en ese momento por el tobogán caen desde gran altura en medio de los gritos de angustia de quienes se encontraban en el entorno de esa atracción.

Los medios locales aseguran que el grave fallo de seguridad se debió a una falta de mantenimiento de las atracciones, algo que desde el parque desmienten (aseguran que la última revisión fue hace nueve meses) y culpan a una sobrecarga del tobogán en el momento del derrumbe. Eso sí, por si acaso, las autoridades de Surabaya han pedido una inspección minuciosa de otros parques de atracciones de la región para evitar un accidente similar.