- El Gobierno del Reino Unido confirmó ayer que está dispuesto a romper unilateralmente el Protocolo para Irlanda del Norte firmado como parte del acuerdo del brexit si la Unión Europea (UE) no accede a sus demandas para modificarlo durante las negociaciones en curso.

La ministra de Exteriores, Liz Truss, anunció en el Parlamento que el Ejecutivo conservador tramitará “en las próximas semanas” un proyecto de ley que introduciría en la provincia británica un sistema alternativo al que contempla dicho protocolo, lo que tendría el efecto de anular parte de lo acordado en 2020 con Bruselas.

En medio de críticas a su planteamiento dentro y fuera del Reino Unido, Truss aseguró que quiere seguir negociando con la UE, ya que prefiere “una solución pactada”. Invitó al vicepresidente de la Comisión Europea, Maroó ?efcovic, a reunirse con ella “cuanto antes” en Londres en el marco del Comité conjunto del acuerdo de retirada, que supervisa la implementación del brexit.

Entre otras cosas, el protocolo para Irlanda del Norte establece controles sobre las mercancías que entran en la provincia británica procedentes de Gran Bretaña, a fin de evitar erigir una frontera terrestre con la República de Irlanda, lo que vulneraría el acuerdo de paz de 1998. Sin embargo, su aplicación, que ni siquiera se ha completado, ha causado fricción comercial y tensiones sobre el terreno y es rechazada por el Partido Democrático Unionista (DUP), segunda fuerza política norirlandesa, lo que impide la formación de un Gobierno autonómico de poder compartido.

Truss adujo ayer que el proyecto de ley que propone -una especie de protocolo alternativo- no quebrantaría la legislación internacional, debido a que su objetivo sería “proteger” el acuerdo del Viernes Santo, que actualmente, dijo, está “bajo presión” y que prima sobre el texto británico-comunitario.

La ley, explicó, creará un “corredor verde” para que los bienes de Gran Bretaña destinados solo para consumo en Irlanda del Norte estén exentos de los controles aduaneros que han de aplicarse a los que pasan a Irlanda -”corredor rojo”-, que pertenece al mercado único europeo.

Este sistema, apoyado por una tecnología de acceso a datos de movimiento de productos a tiempo real, permitiría “reducir la carga sobre el comercio este-oeste y garantizar que el pueblo de Irlanda del Norte tiene los mismos beneficios que el de Gran Bretaña”, dijo la ministra.

Truss precisó que se conservarían las disposiciones del protocolo que “funcionan”, como “el área común de viaje, el mercado único de electricidad y la cooperación norte-sur”, pero se corregirían las que no: “El movimiento de mercancías y su regulación, el IVA, la gestión de los subsidios estatales y la gobernanza”, en alusión a la jurisdicción, rechazada por Londres, del Tribunal de Justicia europeo.

La ministra argumentó que ha decidido impulsar esta ley después de que ?efcovic le confirmara en reuniones previas que “no tiene el mandato” para cambiar el protocolo actual.

En caso de que la UE se avenga a hacerlo, el proyecto legislativo incluirá una cláusula para que entre en vigor ese “protocolo revisado”. l

l El DUP. En la Cámara de los Comunes, el líder del DUP, Jeffrey Donaldson, consideró que el proyecto anunciado “es un paso adelante” pero avisó de que no regresará al Gobierno norirlandés hasta que se garantice la integridad territorial del Reino Unido.

l Irlanda. El ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, dijo que la posición de Londres “contradice los deseos de las empresas y el pueblo de Irlanda del Norte”, que en las elecciones del 5 de mayo votaron mayoritariamente por partidos que apoyan un protocolo mejorado.

l La UE. El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, advirtió de que si el Reino Unido sigue adelante con un proyecto de ley para anular aspectos del protocolo, la UE tendrá que responder “con todas las medidas a su disposición”.