- El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció ayer el bloqueo de la certificación del gasoducto Nord Stream 2 como respuesta a la iniciativa del presidente ruso, Vladímir Putin, de reconocer a los territorios separatistas prorrusos de Ucrania. “En el contexto de la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, el gobierno alemán detiene el proceso de aprobación del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 hasta nuevo aviso”, afirmó el canciller. “No puede haber certificación” de esa infraestructura, afirmó Scholz en una comparecencia ante la prensa en Berlín en la que aseguró que “la situación ha cambiado” tras el reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas prorrusas del Donbás.

El canciller admitió que actualmente una cuarta parte del suministro energético de Alemania está basado en el consumo de gas y matizó que de solo la mitad procede de Rusia; reconoció además que la decisión de impedir la entrada en funcionamiento de Nord Stream 2 tendrá consecuencias para el abastecimiento del país. Sin embargo, agregó que ya se ha comenzado a abordar la cuestión de la “diversificación” de las fuentes de aprovisionamiento energético en el país y que esa iniciativa se enmarca dentro de una “tarea europea” en vista de la nueva situación creada por la actitud de Rusia en relación con Ucrania.

Scholz aludió a que Alemania ya ha comenzado a diversificar su mix energético de manera que aumentará la importancia de la procedencia de la energía generada por fuentes renovables, como la eólica, solar y el hidrógeno, y que por lo tanto el peso del gas se reducirá de todos modos.

En relación con la certificación del gasoducto explicó que, conjuntamente con el ministro de Economía, Robert Habeck, se procede ahora a valorar la situación creada por el cambio de la situación de la seguridad del aprovisionamiento energético y que a luz de ello se valorará la certificación de la infraestructura.

La Agencia Federal de Redes de Alemania anunció hace varias semanas que quedaba suspendido el proceso de certificación del gasoducto de forma provisional hasta que se cumplieran todos los trámites exigidos por las leyes alemanas y no se preveía contar con un permiso al menos durante el primer semestre de 2022.

La decisión alemana suscitó el aplauso de Estados Unidos, tal como lo indicó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un mensaje en la red social Twitter poco después de conocerse la decisión de Berlín. “Hemos estado en conversaciones estrechas con Alemania esta madrugada y damos la bienvenida a su anuncio. Seguiremos con nuestras propias medidas”, afirmó Psaki.

Por su parte, el ministro de Energía ruso, Nikolái Shulginov, aseguró ayer en Doha que su país se compromete a cumplir los contratos con los países europeos y a seguir exportando el gas natural “sin interrupciones”. “Las empresas rusas cumplen con sus contratos y trabajan por el desarrollo de la producción del gas natural y su exportación a países como Turquía, Francia y Alemania”, afirmó el titular de Energía en un discurso en la VI Cumbre del Foro de Países Exportadores del Gas (FPEG), que se celebra en la capital catarí.

Shulginov, que acudió en representación de Putin, indicó que Rusia, el mayor exportador de gas natural del mundo, anuncia su “compromiso con el suministro continuo y sin interrupciones”, además del “aumento de las inversiones” en este sector. “Juntos podemos buscar soluciones excelentes y adecuadas de los desafíos que afronta el sector del gas en los ámbitos de producción y otros campos”, señaló Shulginov en su discurso.

Ante la crisis derivada del conflicto ucraniano, la UE negocia con Catar, Argelia y Egipto el suministro de gas natural licuado (GNL) para paliar los posibles cortes de suministro ruso, en caso de que Bruselas sancione a Moscú. Sin embargo, el ministro de Energía catarí, Saad al Kaabi, aseveró que es “imposible” reemplazar a corto plazo el volumen de gas que Rusia suministra a Europa, que representa hasta un 40% de las importaciones del bloque comunitario.

Dos gaseoductos. Nord Stream es un sistema para transportar gas de Rusia a Alemania y otros países europeos a través del Báltico y consta de dos gasoductos: Nord Stream I, que empezó a funcionar en 2011, y Nord Stream II, que se terminó de construir el año pasado pero que no había recibido aún la licencia para entrar en funcionamiento. Nord Stream I es propiedad de un consorcio cuyo accionista mayoritario, con un 51% , es el gigante ruso Gazprom y el resto se lo reparten Winterhall Dea, E-on, Gasunie y Engie. Nord II pertenece en su totalidad a Gazprom.

Clave para Alemania. Inicialmente el proyecto fue apoyado por la UE pero en 2005 la situación cambió cuando, debido a facturas por pagar, Gazprom cortó el suministro de gas a Ucrania. Para Alemania es clave asegurarse el suministro de gas ruso debido a que con el proceso de abandono de la energía atómica, que se había iniciado en 2002.