- El Gobierno polaco anunció ayer que levantará un muro de 2,5 metros de alto a lo largo de su frontera con Bielorrusia para frenar lo que califica de “guerra migratoria” impulsada por su presidente, Alexandr Lukashenko. El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, informó a través de las redes sociales de que “a lo largo de la frontera con Bielorrusia se levantará un nuevo y sólido muro de 2,5 metros de altura”, y añadió que “se destinarán más tropas a ayudar a la Guardia Fronteriza” que patrulla esa zona. Según una portavoz de la Guardia Fronteriza polaca, tan solo el domingo se detectaron 84 intentos de pasar irregularmente a Polonia en ese punto y se detuvo a cuatro iraquíes, tres afganos, tres sirios y dos yemeníes.

Datos recientes de ese cuerpo de seguridad situaban en más de 1.900 las entradas irregulares detectadas en lo que va de mes, en lo que el viceministro de Interior, Maciej Wasik, calificó de “avalancha de refugiados”. Hace pocos días, el Gobierno decidió destinar a unos 1.000 soldados a patrullar la frontera bielorrusa y frenar el flujo de inmigración irregular. Además, el Ejecutivo polaco reformó su ley de extranjería para poder acelerar los trámites de expulsión de inmigrantes irregulares.

Los gobiernos de Polonia, Letonia y Lituania difundieron ayer un comunicado conjunto denunciando “la actual crisis (migratoria) en las fronteras con Bielorrusia organizada sistemáticamente por el régimen de Lukashenko”.

La oleada de migrantes irregulares en la frontera polaca es un reflejo de la situación que se vive en la frontera entre Lituania y Bielorrusia, adonde se calcula que han llegado unas 4.000 personas en los últimos meses.

El Ejecutivo de Vilna también acusa a Minsk de trasladar a inmigrantes de Siria e Irak hacia la frontera y de utilizar la inmigración ilegal como “arma política”.