- La polémica ley que prohíbe en Hungría hablar a menores sobre la homosexualidad desató ayer nuevas tensiones con la UE, que la tildó de “vergüenza”, mientras que el Gobierno ultranacionalista húngaro habló de “alegaciones falsas” y aseguró que solo pretende proteger a los jóvenes.

“Esta ley claramente discrimina a personas en base a su orientación sexual. Va contra todos los valores fundamentales de la Unión Europea (UE)”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Von der Leyen, sobre la nueva norma de Hungría, que ha sido también criticada con dureza por al menos quince países de la UE.

La jefa del Ejecutivo comunitario afirmó en Bruselas que ha encargado a los comisarios responsables enviar una carta a las autoridades húngaras para expresar las “preocupaciones legales” que les genera esta normativa antes de que entre en vigor.

Sin embargo, el Gobierno del primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán acusa a la presidenta de la Comisión de haber “emitido una opinión política sesgada sin haberse realizado antes una investigación independiente”.

Mientras, quince países de la UE, entre ellos Alemania, Francia, Italia y España, expresaron ayer en una declaración conjunta su “grave preocupación” por la normativa y pidieron a la Comisión que use “todas las herramientas” para garantizar el respeto de los derechos de todos los ciudadanos de la UE. Los quince aseguran además que la ley viola el derecho a la libertad de expresión con el pretexto de proteger a los niños.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, criticó enérgicamente la decisión de Hungría y agregó que entre socios hay que abordar las “diferencias políticas”. “Esta ley es errónea e incompatible con lo que yo entiendo por política. Si se permiten uniones civiles del mismo sexo, pero se limita la información sobre ello, eso también tiene que ver con libertad de educación”.