- “Nicolas Sarkozy no cometió ningún delito”, aseguró ayer el abogado del exjefe de Estado francés, Gesche Le Fur, al exigir la liberación de su cliente ante el juzgado penal de París. Lo hizo en la última vista del juicio contra el expresidente y otras trece personas acusadas de financiación irregular en la campaña electoral en el llamado caso Bygmalion, nombre de la empresa que organizó sus mítines. “No firmó ningún presupuesto ni ninguna factura, aceptó todas las restricciones que se le pedían. Está lejos de ser un candidato histérico e insaciable y es respetuoso de los valores de la justicia ”, declaró Le Fur, que argumentó que “cometer errores no es un delito ”. El veredicto se sabrá el 30 de septiembre.

El expresidente de la República estuvo ausente de la última vista de un juicio que comenzó el 20 de mayo y en el que Sarkozy se ha sentado en banquillo junto a otros trece imputados, ex ejecutivos del partido de Sarkozy, la Unión por el Movimiento Popular (UMP), y de la empresa Bygmalion, miembros del equipo de campaña y peritos.

La investigación mostró que las cuentas de la campaña presidencial de 2012 superaron el límite legal autorizado en unos veinte millones de euros, mediante un sistema de facturas falsas. La fiscalía había pedido contra él seis meses de prisión firme, otros seis exentos de cumplimiento y 3.750 euros de multa por haberse beneficiado de un doble sistema de facturación que permitió prácticamente duplicar el gasto autorizado de campaña, de los 22,5 millones hasta casi 43 millones.

El abogado del expresidente francés insistió en la línea de defensa de Sarkozy, una argumetación que se basaba en tres ejes básicos, que solo un juez solicitó su remisión a un juzgado, que ya pagó las deudas de la UMP tras la anulación de la campaña de cuentas, y que jugó un papel menor en este asunto. “Él [Sarkozy] no fue informado y no tuvo la voluntad de superar el límite legal de gasto autorizado”, subrayó Le Fur.

Por su parte, la fiscal Vanessa Perrée afirmó que Nicolas Sarkozy había participado efectivamente en el desbordamiento de sus cuentas de campaña “aumentando el número de reuniones, aumentando el costo de las reuniones”. Su labor como presidente de la República en el momento de los hechos “requería una probidad irreprochable” , insistió la fiscalía.

En su única comparecencia, el pasado 15 de junio, Sarkozy negó haber estado implicado en la logística directa de su campaña y toda intención de fraude o negligencia, alegando que delegó su gestión y confió en su equipo. Además, el expresidente francés calificó al juicio como “una fábula”.

De los 14 encausados, 13 lo están por su implicación en diverso grado en esa doble contabilidad y Sarkozy es el único que ha comparecido solo por financiación ilegal de campaña y no por estafa u otros cargos.

Solo cuatro acusados (tres exdirectivos de Bygmalion y el antiguo director adjunto de campaña, Jérôme Lavrilleux) han reconocido parcialmente su responsabilidad en la puesta en marcha de un dispositivo de falsas facturas. La Fiscalía pidió tres años exentos de cumplimiento para Lavrilleux y 18 meses también exentos para los otros tres, mientras que la petición más severa, de cuatro años exentos, fue para el ex director general de la UMP Eric Cesari y el entonces director de campaña, Guillaume Lambert.