Comenzó ayer el juicio contra la banda de ultraderecha llamada Grupo S en la Audiencia Territorial de Stuttgart, con un total de doce imputados. El proceso se extenderá hasta agosto y se llevará a cabo en una prisión de alta seguridad. El objetivo principal del grupo era crear una situación de guerra civil y emprender una revolución. Tenían pensado realizar ataques contra la comunidad judía, en mezquitas y a políticos. Se les incautaron diversos tipos de armas como granadas de mano. La Policía los tenía fichados desde sus comienzos en 2019.