- La Comisión Europea presentó ayer un nuevo Plan de Inclusión e Integración de los inmigrantes para combatir la discriminación que muchas veces sufren en ámbitos como el acceso a la vivienda, al empleo y a los servicios de salud, un problema que los hace más vulnerables a la pobreza y la exclusión.

Entre otras novedades, el plan impulsa la validación de los estudios y la formación adquirida antes de llegar a suelo europeo e incide en las segundas generaciones de migrantes.

Según datos del Ejecutivo comunitario, en la UE viven 54 millones de personas llegadas de otros países, el 8% del total de los habitantes, aunque hay diferencias entre los países, con un 10% o más de población extranjera en Suecia, Austria o Alemania y menos del 3% en la República Checa, Hungría, Polonia y otros.

El plan parte de otra iniciativa de 2016 para identificar los ámbitos donde hacen falta más avances. Por ejemplo, señala que en el pasado los esfuerzos se centraron exclusivamente en inmigrantes recién llegados, sin tener en cuenta las segundas generaciones, que también requieren atención.

Para subsanar los errores, propone acciones “a medida” que tengan en cuenta las características individuales de cada migrante y hace hincapié en que el éxito de la integración depende de una acción temprana y un compromiso a largo plazo.

La iniciativa plantea acciones a desarrollar en cuatro ámbitos: la educación, el empleo, la vivienda y la sanidad. En cuanto a educación, el plan aboga por utilizar los fondos europeos para facilitar a los migrantes una educación y formación a todos los niveles, desde preescolar hasta la enseñanza superior, centrada en facilitar el reconocimiento de las cualificaciones y un aprendizaje continuado de los idiomas durante toda esa trayectoria.

También plantea mejorar las oportunidades laborales y el reconocimiento de las competencias e indica que la Comisión trabajará con empresas y otros actores para promover la integración en el mercado laboral, así como el apoyo al emprendimiento y para facilitar a los empleadores el reconocimiento y evaluación de las habilidades.

El tercer ámbito es el de la sanidad cuando, en plena pandemia, las diferencias de acceso a los servicios de salud se han visto más que nunca, por lo que el plan subraya la necesidad de asegurar a los inmigrantes una asistencia sanitaria que incluya también la salud mental.

Aparte de fondos específicos, el plan busca asegurar que las personas son informadas de sus derechos y en particular reconoce los retos que afrontan las mujeres, sobre todo durante y después del embarazo.

El último objetivo es el de acceso a una vivienda “adecuada y asequible”, con la ayuda del Fondo Europeo de Desarrollo Regional y de otros instrumentos europeos, así como los intercambios de experiencias a nivel local y regional para combatir la discriminación y la segregación en el mercado de la vivienda.

Para llevarlo a la práctica, se movilizarán fondos europeos y además se crearán asociaciones con todos los implicados (comunidades de acogida, sociedad civil, autoridades locales y regionales...).

64,2%

Muchos de los inmigrantes afrontan barreras a la hora de encontrar trabajo (la tasa media de empleo entre la población autóctona de 20 a 64 años en la UE está en el 73,9% frente al 64,2% en el caso de los inmigrantes), así como en la educación (un 38,5% de los adultos entre 25 y 64 años tienen una baja formación, el doble que entre los europeos) y también sufren el doble de riesgo de pobreza o exclusión social (39% frente al 19,5%).