- La oposición democrática de Bielorrusia, liderada por Svetlana Tijanóvskaya, obtuvo ayer el premio Sájarov que reconoce su labor a la libertad de conciencia. Así, esta sería la tercera ocasión en dieciséis años que la oposición al gobierno de Alexandr Lukashenko se lleva este galardón de la Eurocámara.

El premio Sájarov para la Libertad de Conciencia, bautizado así en honor del científico y disidente soviético Andréi Sájarov, fue establecido en 1988 por el Parlamento Europeo como un medio para homenajear a personas u organizaciones que han dedicado sus vidas o acciones a la defensa de los derechos humanos y las libertades. Así, David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo (PE), señaló ayer al anunciar el fallo que la oposición, encarnada por el Consejo de Coordinación, "demuestra que son la personificación de la libertad de pensamiento y expresión que reconoce y premia el Sájarov", y les transmitió que la Eurocámara "está de su lado".

El premio Sájarov supone la demostración más reciente de apoyo europeo a la oposición y al pueblo bielorrusos tras las elecciones presidenciales del pasado mes de agosto, en las que Lukashenko se alzó con la victoria con el 80% de los votos pero que han sido tildadas de fraudulentas por la comunidad internacional.

La Unión Europea no reconoce estos resultados y acordó el pasado 12 de octubre ampliar su lista de sancionados en este país -por el fraude electoral y la posterior represión de manifestantes pacíficos- para incluir al propio Lukashenko, unas medidas restrictivas que se están preparando y suelen consistir en la congelación de activos y en la prohibición de viaje a la UE.

En los 32 años de historia de este premio, la oposición a Lukashenko se ha llevado el galardón en otras dos ocasiones: la Asociación Bielorrusa de Periodistas (2004) por su apoyo a los reporteros implicados en los numerosos procesos judiciales en este país y el líder opositor Aleksandr Milinkevich (2006), que en 2001 dirigió la campaña electoral del partido que entonces catalizaba la oposición a Lukashenko.

En la edición de este año, la oposición democrática de Bielorrusia está representada por el llamado Consejo de Coordinación, establecido por Svetlana Tijanóvskaya el 18 de agosto, nueve días después de las elecciones presidenciales.

Miles de personas llevan once semanas protestando en las calles contra el recuento electoral de las autoridades, unas manifestaciones a las que el gobierno de Lukashenko ha respondido con violencia, detenciones y represión, pese a la unánime condena de la comunidad internacional.

La candidatura de la oposición bielorrusa para el premio Sájarov obtuvo el apoyo de los grupos del Partido Popular Europeo, la Alianza de Socialistas y Demócratas, Renovar Europa (liberales) y los Conservadores y Reformistas Europeos. La ceremonia de entrega del premio se hace en la última sesión plenaria del año de la Eurocámara, pero este año está en duda por la situación del coronavirus en Europa.

Fundamentalmente son tres mujeres las que representan el movimiento opositor bielorruso, Svetlana Tijanóvskaya, María Kolésnikova y Veronika Tsepkalo. Las tres, sin experiencia política y sin disparar un solo gatillo, han puesto contra las cuerdas al último dictador de Europa, Alexandr Lukashenko. Actualmente, Kolésnikova, música profesional, se encuentra en un centro de detención del KGB en Minsk; Tijanóvskaya, profesora de inglés, está exiliada en Lituania mientras su marido sigue en prisión y Tsepkalo, experta en relaciones internacionales, se refugió en Letonia.

Lukashenko decidió perseguir a sus principales rivales políticos; Serguéi Tijanovski, marido de Tijanóvskaya; Valeri, marido de Tsepkalo; y Víctor Babariko, jefe de Kolésnikova y con su encierro o exilio forzado provocó que estas mujeres aspiraran a la presidencia.

Ahora, estas mujeres, que nunca antes se habían interesado por la política son la principal oposición al régimen de Lukashenko, con Tijanóvskaya a la cabeza, liderando una oposición que lleva 72 días de protestas indefinidas y siendo candidata a la presidencia bielorrusa.

72

La oposición democrática bielorrusa suma casi tres meses de protestas que exigen una repetición electoral. Las últimas elecciones, celebradas el pasado agosto, han sido tildadas de fraudulentas por la comunidad internacional, también por la Unión Europea.