- El presidente del Parlamento Europeo (PE), David Sassoli, manifestó ayer su confianza en que la Eurocámara podrá “mejorar” el plan de recuperación pospandemia que los líderes de la Unión Europea (UE) cerraron el martes de madrugada, en particular el presupuesto plurianual 2021-2027. “Si no estuviera convencido de que es posible, no diría que es necesario cambiar cosas”, indicó Sassoli un día después del acuerdo de los jefes de Estado y de Gobierno para un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros financiado con la emisión de deuda común y un presupuesto de 1,074 billones de euros.

El PE convocó un pleno extraordinario para hoy a fin de debatir con los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, Charles Michel, los resultados de la cumbre, y está previsto que vote una resolución sobre su posición al respecto. Entonces estará listo para abrir las negociaciones como colegislador en materia presupuestaria.

Sassoli dejó claro, en primer lugar, que el Parlamento está “satisfecho con la visión conjunta” adoptada por los líderes en la cumbre, ya que hace unos meses “hablar de deuda compartida era tabú”. Pero sí que ve necesario abordar tres aspectos concretos: la gobernanza del fondo de recuperación, los recursos propios con los que la UE avalará la emisión de deuda común en los mercados para financiar el fondo y, especialmente, el presupuesto. El político italiano cree necesario que la Eurocámara “esté implicada en la gobernanza del fondo de recuperación”, aunque reconoció que no les corresponde examinar al detalle los planes nacionales.

Es en el presupuesto plurianual donde el PE tiene más ambición de hacer modificaciones, dado su papel de colegislador ahí (lo debe aprobar por mayoría absoluta). “Hay una propuesta sobre la mesa y queremos mejorarla, y dar respuestas a algunos recortes que se han hecho y que encuentran que no tienen justificación”, explicó Sassoli, que citó como ejemplo los fondos dedicados a la investigación, el programa Erasmus, o la política de migración y asilo. “Algunos de los recortes propuestos tienen que ser corregidos. En el presupuesto somos autoridad, tendremos la última palabra”, dijo.

El Parlamento advirtió de que, si no se atiende suficientemente a sus condiciones, adoptará los diferentes programas de acuerdo con el actual presupuesto, “como se prevé en los Tratados”. También criticó que no solo se hayan mantenido sino que se hayan ampliado los llamados “descuentos”, dinero que reciben de vuelta del presupuesto países que son contribuyentes netos, así como que se haya “aguado” el sistema que pedía para vincular el acceso a los fondos al respeto al Estado de derecho, ante el rechazo de Polonia y Hungría, principalmente.

En definitiva, la Eurocámara cree que el presupuesto 2021-2027 es “inadecuado” a largo plazo, mientras que otras fuentes comunitarias consideran satisfactorio que sume en general 10.000 millones de euros menos que las actuales cuentas plurianuales, teniendo en cuenta que se reparten entre 27 y no ya 28 por la marcha del Reino Unido, país que antes aportaba unos 60.000 millones.

Un “cambio de paradigma”. El acuerdo alcanzado en Bruselas es un “cambio de paradigma” para la Unión Europea (UE), según economistas y expertos alemanes, que sin embargo insisten en reformas estructurales para los países del sur y en que las garantías asumidas por Alemania estén claramente delimitadas. “Por primera vez Europa va a adquirir una función de estabilización a corto plazo, en lugar de financiar solo políticas estructurales a largo plazo. Por primera vez, la UE se va a endeudar y nada menos que en una proporción del 6% de su PIB”, explicó el economista Gabriel Felbermayr.

Recursos propios. Sassoli, presidente del PE, pidió “unos plazos precisos” para introducir de forma vinculante al menos dos de ellos ya en 2021 y para los otros planeados para más adelante en el proceso, a fin de que la carga no recaiga en los contribuyentes.