- Las personas que piden asilo en la UE aumentaron el año pasado por primera vez desde 2015, cuando las fronteras europeas vieron su mayor movimiento desde la Segunda Guerra Mundial. Así lo revela el último informe de la EASO, que recoge los datos de todos los Estados miembro más Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. Sirios, afganos y venezolanos son las nacionalidades que más protección internacional demandaron. En España las solicitudes de venezolanos se dispararon un 118% con respecto al año anterior.

La situación ha cambiado mucho desde el pico de 2015, cuando la ruta que conectaba Turquía y Grecia sumó la mayor cantidad de personas en búsqueda de protección internacional por la guerra en Siria. Tras el pacto entre Bruselas y Ankara, las llegadas a través de esta vía han descendido un 94%. El acuerdo con Libia basado en el entrenamiento de sus guardacostas ha hecho caer la ruta del Mediterráneo Central, pero en otras como los Balcanes la afluencia ha subido.

El documento refleja las enormes diferencias de recepción y gestión. Mientras algunos países aceptan el 97% de las solicitudes de afganos, otros solo el 32%. La espera en la decisión sobre el estatus va de los dos a los 17 meses y puede llegar hasta los dos años. Hay más de 900.000 personas esperando una respuesta de Europa.

En 2019, Francia, Alemania y España recibieron más de la mitad del total de solicitudes. “Algunos pueden contribuir mucho más”, señala Ylva Johansson, comisaria de Interior.

La Comisión Europea lleva meses preparando una propuesta, que podría ver la luz en julio, para crear una Política de Asilo Común adaptada a la nueva realidad y sostenible. Busca poner fin a las respuestas ad-hoc que han dominado el Mediterráneo los últimos años y defender los “valores europeos”.