Perfil

- Nadia Calviño, guardiana de la ortodoxia dentro del Gobierno PSOE-Unidas Podemos, es respetada por sus colegas europeos y reconocida por su labor después de doce años de trabajo en la Comisión Europea, donde los últimos cuatro (2014-2018) desempeñó el cargo de directora general de presupuestos.

Su credibilidad fue clave para que Sánchez la aupara a una vicepresidencia del Gobierno cuando la economía empezaba a desacelerarse y las políticas pactadas con Podemos despertaban recelos en ámbitos económicos, aunque ha tenido que enfrentarse a una crisis económica histórica.

Su departamento ha coordinado muchas de las medidas para frenar el impacto en la economía de las restricciones para contener la epidemia, como la línea de avales de 100.000 millones de euros del ICO para sostener la liquidez de las empresas.

En la anterior legislatura dejó claro que le parecía poco productivo deshacer la reforma laboral de 2012 y en la actual forzó el cambio del acuerdo parlamentario de PSOE y Podemos con EH Bildu que incluía la derogación íntegra de la reforma a cambio del respaldo al estado de alarma.

Calviño aclaró que no se iba a generar inseguridad jurídica cuando el tejido productivo y el empleo del país están en riesgo, e invitó a volver a la mesa de diálogo social al presidente de CEOE, Antonio Garamendi, después de que los empresarios reaccionaran con dureza al pacto con Bildu.

Ahora podría formar parte de las instituciones europeas a las que España pide generosidad y recursos suficientes para salir de una crisis que ha afectado a toda Europa, aunque la española es una de las economías que saldrá peor parada.

Hace un año se postuló a la dirección del FMI, pero el Gobierno retiró su candidatura para favorecer un acuerdo europeo que permitiera presentar un candidato común.

Nacida en A Coruña en 1968, es licenciada en Económicas por la Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED, y pertenece desde 1994 al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.

Antes de dirigir el Presupuesto europeo, fue directora general adjunta en servicios financieros en la Dirección General de Mercado Interior y Servicios de la CE (2010-2014) y ocupó el mismo cargo en Fusiones y Defensa de la Competencia, en la Dirección General de Competencia del Ejecutivo comunitario (2006-2010).

Previamente trabajó en España como funcionaria del Estado en diferentes ministerios y fue consultora para firmas de abogados y profesora asociada en la Universidad Complutense de Madrid.