- El Gobierno del primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, devuelve al Parlamento los poderes extraordinarios que recibió en el marco del estado de emergencia decretado para luchar contra el coronavirus, desatando entonces una ola de protestas dentro y fuera del país.

El Parlamento del país votó este martes unánime a favor de levantar el estado de emergencia y dichas competencias especiales, por lo que la vuelta al estado anterior solo depende ahora de la formalidad de que la ley aprobada sea firmada por el presidente del país.

A mediados de marzo, en medio de protestas y críticas de la oposición y ONG, los diputados del gobernante partido Fidesz de Orbán dieron al primer ministro el poder de gobernar por decreto, una medida que despertó temores a una erosión de la democracia en el país centroeuropeo.

Con el fin del estado de emergencia, que concluirá en los próximos días, los decretos emitidos perderán vigor, si bien muchos fueron transformados en leyes por el Parlamento para mantener su aplicación.

Para la organización pro derechos humanos estadounidense Freedom House, la gobernanza por decreto erosionó más la democracia del país, dejándolo con un sistema híbrido entre la democracia y el autoritarismo.

También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al igual que otros políticos de dentro y fuera del país, así como diversos grupos de la sociedad civil, han expresado su “preocupación” por la situación creada en un socio de la Unión Europea.

Por su parte, la oposición húngara acusó a Orbán de aprovecharse del virus para lograr sus metas políticas.

El pasado mes, Orbán rechazó todas las críticas, atribuyéndolas a una supuesta “campaña política coordinada y una histeria nunca vistas dentro y fuera del país”, una acusación no solo reiterada por diversos políticos del Fidesz, sino que fue plasmada en el texto de la ley aprobada ayer